¡Pues no van los neoyorquinos y se quejan de que les han copiado el logo aquel de “I ❤️ NY”! Ahora en Nueva York se publicita mucho el logo o mantra o motto o llámalo X que dice “WE ❤️NYC” y a la gente de allí como que le ha sentado mal que tiren de un clásico para intentar aumentar el turismo de la ciudad. Entre las críticas al reboot del mítico logo hay una que me ha dejado perplexed, es la siguiente:
Es un TikTok en versión branding
… Pero vamos a ver, querido amigo, ¿no sabes que hoy en día los chavales buscan antes las cosas en TikTok que en Google? ¿Qué tiene de malo ser “un TikTok” de algo? ¡Ojalá ser la versión TikTok de, qué sé yo, Brad Pitt!
Si la crítica es que “ser un TikTok” es una versión reducida, superficial y sin chicha de una materia grande, inabarcable y profunda pues vale, pero ¿no nos estamos viniendo arriba con el logo original de 1977? Que mola mucho y a tope con él, pero ¡el propio logo original se inspiraba en otro de Virginia! Aún desconociendo este dato (que te acaba de dejar catacróquer)… ¿es tanta afrenta cambiar el Yo por Nosotros? Puedo entender que es un “intento barato de apelar a la nostalgia”, pero… ¿no lo son todos? Los intentos de apelar a la nostalgia, tanto los exitosos como los que no, son baratillos. Van a la patata mediante atajos. En fin, que a mí este desprecio al “WE ❤️NYC” me ha hecho pensar en algo de mi propia vida (en realidad no, pero de algo tengo que escribir en esta newsletter y, si hay que forzar los temas, se fuerzan). Venga, después del salto te lo digo.
Sí, a ver, que esto de que la gente, así en masa, se oponga a algo en principio “bueno” e “inofensivo” me ha recordado a cuando en la universidad participaba en un fanzine (mítico SereS) y una semana salimos en portada con un titular tal que así:
LOS LAGARTOS INVADEN LA UNIVERSIDAD
¿Eran los lagartos o las ratas? Creo que eran los lagartos, porque en el artículo (de coña, éramos muy simpáticos, nos gustaba la chanza) hablábamos de una especie de invasión alienígena encubierta a lo “V” por toda la facultad… no sé, ha pasado tanto tiempo que solo recuerdo la polémica que se montó: varias alumnas de intercambio, procedentes de Latinoamérica (perdonadme, pero no recuerdo de qué país), ¡creían que las estábamos llamando a ellas lagartos y/o ratas y estaban que echaban espuma por la boca! (en sentido figurado, no echaban espuma real… insisto en que ellas no eran invasoras extraterrestres con la capacidad de generar una espuma tóxica que inmovilizara a sus víctimas terrícolas).
No, en serio, que se montó un pollo allí que flipas, con mediaciones de profesores y responsables de estudios… y yo (aparte de gozarlo mucho, porque cómo no) me preguntaba cómo era posible que la cosa más inofensiva del mundo (solo queremos hacer bromitas en un fanzine universitario para llevar mejor la semana) hubiera degenerado en una moción de censura a nuestra humilde gacetilla que ríete tú de Ramón Tamames. ¿Acaso no podemos tener cosas bonitas? Why can’t we ❤️ ny? Como decían los Smash Mouth a finales de los 90, Why can’t we be friends? (¡que era un cover del tema de War de 1975!)
Tengo un nuevo (y sensual) proyecto
Se trata de un nuevo blog que creo que me va a durar y hasta es posible que sobreviva a todos los demás. Se llama La Revistera (quería llamarlo El Revistero pero, lo típico, alguien pilló el nombre en 2009, publicó un único post y se quedó el título para siempre) y va de mi amor por las revistas. De cine, mayormente. Para mí son casi una forma de arte, no tiro ninguna, y poco a poco voy a ir colgando noticias, recortes, fotos, comentarios y hasta reseñas de ejemplares de hoy (por ejemplo, en breve analizaré el primer número de Best MOVIE, recién llegada a España) y ayer (soy un absoluto freak de este tema y no es extraño que me veas en el metro leyéndome una Imágenes de 1999 con Eyes Wide Shut en portada con Cruise y Kidman dándose cariñitos…). Sé que es un blog muy de nicho, pero voy a ir publicando “cosas curiosas y para todos los públicos” de vez en cuando, como aquel pedazo de foto-reportaje que le hicieron a Belén Rueda como si fuera una actriz de las películas más míticas de Alfred Hitchcock. Pues eso, que le deis cariñito al blog. ¡Gracias!
All by myself…
Esta semana escribí en mi blog íntimo y personal las 10 lecciones para la vida que he aprendido buscando piso (en realidad son más bien observaciones sin mucha enseñanza vital, pero bueno, observar también está bien)
En Brenda Forever hice otra lista, esta con las 10 cosas que DETESTO de las películas americanas… ¿estás de acuerdo? ¿No? ¿Me he dejado algo? ¡Deja un comentario y contribuye al odio!
En Scanners se pudo oír la entrevista que le hice a David García, programador y responsable de marketing de los Cines VERDI de Madrid y Barcelona (le pregunté por los chavales que hacen pellas para ir al cine… supongo que no le suelen hacer preguntas tan sesudas y profundas)
En el mismo programa apareció mi reseña de Scream VI… y tengo que agradecerle otra vez a Mat que me eligiera para ver y reseñar esta secuela tan esperada por mí porque me salió cara… no puedo decir lo mismo de Creed III, que gracias de nuevo a Mat por elegir al más psicópata de la saga Rocky para reseñarla, pero en esta ocasión me salió cruz (tenéis mi opinión de la película en este otro programa de Scanners)
En Noches de Miedo tuve la oportunidad de hablar de Bestia, Copycat y Trauma, tres películas que pueden presumir de ser cada una de ellas más loca que la película que la precede en mi singular repaso
Te recuerdo que busco trabajo de escribir, puedo escribir hasta en los bordes de los sandwiches de Rodilla (… eeeeem, sí, esos que cortan y tiran a la basura, lo que sin duda encaja con la calidad de mis textos), así que ayúdame a difundir la palabra (the what??) compartiendo este texto en redes o mandándolo en plan email que o reenvías a 50 personas o te sale del televisor una niña japonesa de pelo largo y mojado…
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