viernes, 23 de febrero de 2018

Ficción: The Reality

De un tiempo a esta parte (que expresión mas enrevesada, no? “esta parte”, que parte? Esta parte “del tiempo”? quien divide el tiempo en partes? En cachos, como si fuera un queso, unos taquitos) hay una idea que me obsesiona: la de los personajes de ficción con vida propia. Como puse en uno de mis tweets de cero corazones y cero retweets (como se dice cuando un pájaro se queda afónico?), imaginad que un dia descubris que sois padres, pero el padre de un ser de ficción. El padre biológico. Las pruebas demuestran que tu eres el padre de Edward Cullen, el vampiro high-schooler de Crepusculo, o que eres el padre de Atticus Finch de Matar a un ruiseñor, o que eres el padre de Maggie de Los Simpson. No me preguntéis como seria posible, solo imaginad el drama: jamas podrias abrazar a tu hijo porque el pertenece a la ficción mientras que tu a la realidad. Podrias ver sus películas o leer las novelas en las que aparece pero olvídate del contacto físico, de poder aconsejarle sobre la vida o de obligarle a poner la mesa y fregar los platos. No es que os separen océanos de tiempo como a Dracula y Winona, no, es que os separa el plano propio de la realidad. Los muros que separan la realidad de la ficción son infraqueables y por mucho que intentaras hacer un Kim Bassinger en Cool World, es decir, mutar en cartoon para introducirte en la ficción, al menos un tipo de ficción, lo cierto es que ese movimiento pertenece en realidad a la ficción y tu estas atrapado en la realidad. 

Yo creo que este debería ser el siguiente paso evolutivo en el que deberíamos concentrar todos nuestros esfuerzos, pasar de persona a personaje. O, al menos, y puesto que los muros son infranqueables, deberían hacer una película sobre esto. Has parido a un ser de ficción y ahora no hay forma de encontrarse con el. Es una mezcla de Frequency, Quien engano a Roger Rabbit y esa peli en la que Robin Wright se convierte en dibujo animado. A lo mejor hay que anadir también unas gotas de Abre los ojos. Y el soundtrack de Vanilla Sky porque ya que vamos a hacer esto, hagamoslo con estilo, que diría el otro. Vale que ya están taladrando el muro que separa nuestros mundos, a las pruebas me remito, pero aún queda mucho que andar.

Pero no es esto de lo que quería hablar, no. Gracias por hacernos perder un párrafo de nuestra vida y sin comas ni tildes escrito en tu trabajo, Juan. De nada. De lo que quería hablar en realidad es de esta idea que me tiene loco: un personaje de ficción aparcado en un rincón. Un cuerpo inerte, apagado, a la espera de cobrar vida cuando el actor que lo interpreta piensa en el o ensaya diálogos para una escena o investiga para el personaje. Imagino un guiñapo sentado en un taburete, a la espera de que alguien venga (du dueño, el actor o actriz) y lo llene de vida. Es un pensamiento que me inquieta, personajes de ficción totalmente parados, a la espera, absolutamente on hold hasta que llegue su hora semanal de serie, la hora en la que cobran vida. Una serie sobre eso, sobre personajes de ficción que se encienden y se apagan. Eh, hemos hecho películas sobre muñecos que cobran vida cuando el niño no esta en la habitación, yo creo que podemos darle chance a mi idea. Ultimamente me he enviciado seriamente a Bloodline, una serie maravillosa, e imagino a Danny Rayburn, el personaje interpretado por Ben Mendelshon, esperando en una silla, inerte, desprovisto de vida, pendiente de que Ben Mendelshon “se lo ponga” y el pueda disfrutar de vida. Ay, madre. Todo esto es mi trabajo. Que me hace apagar el cerebro ocho horas al dia y cuando lo enciendo tengo ahí stuff acumulado y salen estas cosas.

martes, 13 de febrero de 2018

El directo en la radio


Ya he contado alguna vez, y si no lo he contado en este blog ahí va de nuevo la vaina, que mi afición (erótica, ingobernable, excesiva) a la radio me viene del transistor que ha escuchado mi padre toda la vida y que solía guardar en el bolsillo de su bata de andar por casa. Aún hoy usa un transistor, que eso de ponerse dos auriculares debe ser para él lo que debe ser para mí dos auriculares SIN CORDELILLOS (¡¿y si se caen?! ¿y si los pierdo? ¿y si quiero quitarme uno para pagar en la caja del supermercado y simplemente lo quiero dejar colgando un breve periodo de tiempo? Think about that, Apple, NECESSITIES). Aprovechando que hoy es el Día Mundial de la Radio, o Día Mundial del Arradio, quería dedicarle unas bonitas líneas a este medio de comunicación y electrodoméstico tan querido por mí.

En primer lugar, solo quiero soltar a vuelapluma (una palabra que aprendí de Alfredo Relaño, uno de los pocos periodistas deportivos que intenta cuidar el lenguaje) nombres de programas, señores y señoras que he escuchado, recuerdo y me dejaron algo a lo largo de mi ya eterna vida (yo vi cómo los dinosaurios mordían el polvo): Joaquín Luqui, Tony Aguilar, La Ruta del Aguilar, Onda Mini, El cine de Lo que yo te diga, Carlos Pumares, Polvo de Estrellas, Si amanece nos vamos, Hablar por hablar (el punto de no retorno entre mi libertad y el colegio), Fernandisco, Guillem Caballé, Game 40, Tierra Salvaje, José Ramón de la Morena, El Larguero, Carrusel Deportivo, Tiempo de Juego, Juanma Castaño, Paco González, Manolo Lama, El Tirachinas, Juanma Ortega, ¡Anda Ya!, Radio Show, Juanma Rodríguez, El primer Palo, Yago de Vega, El Pulpo, Joseba Larrañaga... y no sé, podría decir mil más. Fue un honor para mí trabajar en ella en dos momentitos de mi vida que, ojalá, hubiera extendido más en el tiempo. No la he tachado de la lista, siempre me queda ahí la vocecita que dice "Let's try again...", de momento la callo a manotazos. Adoro la radio, me informa, me entretiene, me encanta su funcionamiento. Ahora ha mutado, para mí, en podcasts. No escucho un programa de radio en directo desde hace muuuucho tiempo.

En segundo lugar, una pregunta: ¿por qué esa obsesión de los programas deportivos por vender una entrevista o conexión como "directo" cuando es evidente (al menos para los que llevamos décadas escuchando radio) que es contenido grabado? Entiendo que una de las características esenciales de la radio es el directo, la inmediatez, allí donde está la noticia está la radio... pero una entrevista a Pepito Pérez, que ha marcado dos goles al Escalerillas, ¡qué más da que sea en directo o que la grabaras hace dos horas! ¿Cree la radio, como medio, que un contenido grabado es automáticamente CACA? Quizá deberia preguntarle a Radiochips, un tipo que adora el medio y que lo fomenta cada día desde su maravilloso blog. Larga vida. Al señor Chips, a su blog y, por supuesto, a la radio.

Doctor Sleep no quiere que durmamos

He vuelto a ver Doctor Sleep , la película de 2019 que hace un doble combo desconocido hasta entonces, corregidme si me equivoco: es secuel...