lunes, 27 de diciembre de 2021

Dogman

Ha sido un año, cómo decirlo... lamentable, pero no quería acabar el año escribiendo sobre lo lamentable que ha sido (eso prefiero dejarlo para el año que viene, cuando el nuevo sea un poco menos lamentable y pueda así compensar la lamentabilidad de uno con el otro), sino sobre una de las cosas que más me gustan del mundo: leer revistas viejas. Loida se alarma cuando ve la fecha de las revistas que estoy leyendo la mayor parte del tiempo: febrero de 2016, marzo de 2019, quizá julio de 2014... me encanta leer viejos ejemplares de revistas, concretamente de revistas de cine; y, concretamente, de la (fallecida, snif) revista Imágenes, mi revista de cine o no de cine favorita de todos los tiempos. Hace poco me vi a mí mismo leyendo el ejemplar de noviembre de 2018 (no soy yo quien elige la revista, sino que es la revista quien me elije a mí) y gocé como un niño chico leyendo la crítica de Hilario J. Rodríguez de la película Dogman, que no he visto pero ahora quiero ver. Por algún motivo que desconozco (quizá para combatir el tedio de mi nuevo trabajo), me he propuesto transcribir toda la crítica, letra a letra (y respetando sus faltas de ortografía y/o redacción -¡ay, ese último párrafo!-), de las páginas de Imágenes a mi blog personal. ¡Sigo siendo un juntaletras! Escribir me gusta aún más que leer viejas revistas de cine... Uno es quién es... En fin, os invito a leer la crítica, que me parece fantástica. ¡Feliz salida y entrada de año, que este que empieza os traiga muy poca lamentabilidad!

Lo que distingue esta película del cine negro al uso es que en ella importa menos el cómo que el qué. Es decir, importa menos su retórica o su gramática que lo que podemos hallar bajo esa retórica o esa gramática. Sus imágenes no construyen Historia con mayúscula, tan solo narran su propia historia: humilde, irrespirable, terrible...

Si nos fijamos en El Padrino (1972, Francis Ford Coppola), que comenzó siendo una película para luego convertirse en una serie (cinematográfica, aunque también haya un montaje televisivo), nos damos cuenta de que en ella lo que de verdad importa no es tanto su contextualización o su conceptualización como su iconicidad, importa más su superficie que su substancia. Don Vito no es mafioso asesino, es Marlon Brando y Robert De Niro, dos de los mejores actores de la historia del cine, capaces de hacer que siempre (o casi siempre) nos gusten sus personajes, interpreten a quien interpreten, más allá del Bien y del Mal. Al Pacino, James Caan, Diane Keaton, Talia Shire & Co. otro tanto de lo mismo. No proyectan imágenes porque han acabado convirtiéndose en retratos para el forro de nuestras carpetas y para las grandes pinacotecas. Por eso es tan difícil sobrevivir a esas películas, especialmente a las dos primeras. Son el alimento perfecto para los mitómanos, que no las ven, las veneran. Algo así sucede con Los Soprano, donde James Galdonfini juega al mismo juego que Nicolas Cage en la mayoría de sus películas: a interpretar de manera desatada, como si el cine se pudiera extinguir con cada plano. Para entendernos, bastaría con preguntarnos de qué va una película de Dario Argento o Quentin Tarantino, y en seguida nos damos cuenta de que no va de misas negras, espeleología del Mal, el Holocausto, ni la Guerra de Secesión; va de Dario Argento y Quentin Tarantino (sin que eso signifique nada en su contra).

Dogman, sin embargo, no va de Matteo Garrone, que cada día me gusta más aunque su obra haya puesto el listón muy alto. Dogman no es El adversario de Emmanuel Carrere ni El asesino de Pedralbes (1978, Gonzalo Herralde), donde a dos asesinos confesos se los observa con una mirada hipnotizada pero no hipnótica, dejándolos desplegar su personalidad egocéntrica y su visión distorsionada del mundo, con esa fascinación malsana de quienes saben que tienen entre manos un buen producto para vender a las masas. No, en absoluto. Dogman no se parece en nada a los ejemplos dados, ni en la narrativo ni en lo visual. Su rollo es más científico, menos periodístico, un poco a la manera de Roberto Saviano y su celo por la precisión en las descripciones y por los análisis locales (por si tienen alcance mundial y a alguien le sirven), sin droga dura ni Shakespeare.

Dogman trata de periferias y responsabilidad. Trata de un pusilánime Marcello (Marcello Forte), al que no asustan ni los gran daneses ni los rottweilers, capaz de aguantar más hostias y humillaciones que un saco de boxeo, con cara él mismo de perro apaleado porque está divorciado y quiere mucho a su hija. Trata también de un burro con patas Simoncino (Edoardo Pesce), que va girando y amenazando y hostiando a quien se ponga por delante, y a quien te gustaría ver siendo torturado en Saw o en algún programa de guerra psicológica tipo Sálvame Deluxe, Operación Triunfo, MasterChef o Gran Hermano, que son los favoritos de la gente con visión y mentes periféricas. Verlos juntos o por separado resulta tan frustrante como observar una célula enloquecida a través de un microscopio. Uno puede preguntarse de dónde vienen y adónde van, pero en el fondo lo que quiere es que algo o alguien los borre de la faz de la Tierra. Las medias tintas no valen con ellos a no ser que nos pongamos a hablar de Ricardo III, Trump o el Fondo Monetario Internacional. Son las periferias, las mismas de Las horas del día (2003, Jaime Rosales) o la estremecedora novela Felices como asesinos. No están en Siria, ni describen a miembros de ISIS. Están aquí, a nuestro alrededor. Sin embargo, el mundo da la sensación de no ir con ellos, me refiero al mundo de la libertad, la igualdad y la confraternidad, ese mundo donde las mujeres luchan por hacerse oír y todos deseamos mejoras en el sistema educativo y en el sanitario. Y lo peor del caso es que no son anomalías, en algunas partes son de hecho la norma. Garrone no sé cómo los ve, los muestra -eso sí- con una mirada fría y desapasionada, sin violines, trompetas o travellings morales, en una versión de The Walking Dead que más que sustos da miedo, miedo de verdad. Su película nos entrega a los espectadores la capacidad de intervenir, no para decir las tonterías de aquel crítico en Caro Diario (1993, Nanni Moretti) al hablar sobre Henry, retrato de un asesino en serie (1986, John McNaughton), tan solo para pensar, después de haber visto -eso sí- un espectáculo desolador (y magnífico) sobre la monstruosidad social, la íntima y la pública, la que ladra y la que muerde.

No os hará mejores cinéfilos, ni tan siquiera mejores espectadores de cine, pero quizás os ayude a no observar la realidad de una manera menos pasiva.

jueves, 11 de noviembre de 2021

Todos durmiendo a la vez

Fue como un suspiro, apenas un rafagazo, pero me dejó torcuato. Me refiero a un momento (mágico) del episodio de Sarah Jessica Parker en Comedians in Cars Getting Coffee (lo de las mayúsculas en los títulos americanos es un desvarío absoluto en el que algún tendré que poner algo de orden). La actriz, que es considerablemente campechana y extiende cheques de simpatía con la misma facilidad con la que compraba zapatos en Sexo en Nueva York (imagino, no sé), le soltó a Seinfeld una reflexión que pasó un poco sin pena ni gloria por los oídos del cómico pero que a mí aún me tiene dándole vueltas, encadenado a ese pensamiento como si hubiera salido de la cabeza de la intérprete con pegamento Imedio en su base. La Sarah se asombraba de que todo el mundo duerma al mismo tiempo en Nueva York; aunque entiendo que este pensamiento se puede hacer extensivo a cualquier otra gran metrópoli. A la actriz le parecía inconcebible que todos los habitantes de una  ciudad se colocaran en posición vertical con los ojos cerrados al mismo tiempo. "Imagina, Jerry", estoy parafraseando, "todos esos cuerpos tumbados a la vez, todos haciendo lo mismo pero cada uno en su casa".

Vale, puede que la reflexión no sea para tallarla a golpe de cincel en su lápida (y quiera Dios -Louis Vuitton- que eso pase dentro de muchísimos años), pero si te paras a pensarlo un segundo, la cosa tiene su miga: millones de personas haciendo planking al unísono, dejando la ciudad a su suerte. TODA UNA URBE EN PAUSA, INMOBILIZADA, EN UNA ESPECIE DE FLASHMOB MUDA Y MASIVA. Una crisálida compartida, un refugio comunal. El Kit-Kat democrático.

jueves, 28 de octubre de 2021

Los trabajos. Los micrófonos.

Nada hay más bonito que empezar un nuevo trabajo. Todo es felicidad, caras alegres (extremadamente alegres si trabajas desde casa y te obligan a conectarte la cámara), compañeros recién salidos del horno, alfombras rojas, un universo de posibilidades. El problema de los comienzos de un trabajo es que se terminan, que luego llega el trabajo en sí. Estoy hablando de LA RUTINA DEL TRABAJO, que ya no es nuevo y fulgurante, sino un huevito kinder que te acabas de comer y lo único que queda es ese camioncito de plástico que puede provocarte una asfixia mortal si te despistas.

Digamos que he entrado en esa fase.

Digamos que, a partir de ahora, mi único objetivo va a ser evitar comerme el camioncito.

Pero Juan, ¿no deberías intentar buscarle una vuelta a tu nuevo trabajo o, quizás, perseguir nuevas metas profesionales?

Me alegro de que me hagas esa pregunta, inerte blog.

Mi respuesta es que lo primero puedo intentarlo, pero que a lo segundo le he puesto yo mismo un candado por motivos que serían muy largos de explicar.

Candaditos.

OnlyFans.

jueves, 14 de octubre de 2021

Lo peor de trabajar con Microsoft Teams

Toda luz tiene su reverso tenebroso, decían en el doblaje, ya de tiempos de antaño, de una película sobre alienígenas y granjeros. Y como muestra de la verdad de tal afirmación, valga este botón. Hace unos días me puse delante del ordenador a enumerar las ventajas de trabajar con Microsoft Teams... bueno, pues no todo el monte es orégano (o no todo el monte es "oregáno", con tilde en la "a", como diría el popular y traviesillo chef Jamie Oliver). He aquí una lista de desventajas, serios hándicaps, piedrecillas en el zapato de Microsoft Teams:

- Lo peor de trabajar con Microsoft Teams es que me puedo ver con detalle la papada que asoma, acechante, bajo la barbilla. No hay ángulo muerto donde esconderla, no hay regate a la lente posible; está allí en toda su majestuosidad. Y esa papadiuk es visisible para todos tus compañeros. Esto es terrorífico. A ver, que en la propia oficina en los tiempos pre-Covid también te veían pero tú alejabas el foco cuando querías (te marchabas, te ponías de perfil, dabas con la fórmula de la invisibilidad, le tirabas café ardiendo en la cara al compañero, etc.)

- Lo peor de trabajar con Microsoft Teams es que hay que fingir interés todo el rato. Esto es si te obligan a ponerte la cámara, claro. Si no, con decir "ahá", "vale", "entiendo" para que se ilumine tu cuadrícula como en el VIP Noche ya va que chuta. Se ve que "estás ahí". Pero con la cámara puesta tienes que... INTERESARTE. Interesarte, la barrera definitiva.

- Lo peor de trabajar con Microsoft Teams es que... a ver cómo lo digo... hay que ducharse. No es que yo no me duche, sino que a veces, y ya que estoy en mi casa, me gustaría ducharme, qué sé yo, a las diez de la mañana, en mi descansito de 15 minutos. Si me levanto muy cerca a la hora de inicio del trabajo, Y YA QUE ESTOY EN MI CASA, ¿por qué no conectarme tranquilamente y ya me ducharé en el break? Bueno, pues no. La exigencia de poner las cámaras te obliga a tener, al menos, una cintura para arriba duchada. Y como ducharse solo medio cuerpo no tiene sentido (a no ser que trabajes como cuerpo partido para los números de los magos con el serrucho), no queda otra que ducharse antes de empezar a trabajar. Hay gente que puede ponerse la cámara a primera hora aún sin haberse duchado y no se nota mucho. Yo, lo siento, pero me levanto como un Critter.

- Lo peor de trabajar con Microsoft Teams es que cuando tus compañeros se ríen abiertamente de una anécdota o en cualquier conversación que a ti te deja frío no queda otra que fingir SOSLAYO. Esto en persona como que se lleva mejor, te emboscas en la multitud, pero con la cámara haciéndote un primer plano tienes que sacar una interpretación de Oscar, como cuando Joey ensayaba para los Premios Culebroni. Yo siempre opto por cambiar la conversación rápidamente. Ejemplo: hacen un chiste sobre motores de coches y el jajajaja es imparable; yo cambio el paso: "Oye, ¿y este interés por la automoción de dónde te viene?". En plan "ya me he reído muchísimo con esto pero voy más allá y quiero llegar a tu alma". Otra opción es no emitir ninguna emoción humana y descubrirte, finalmente, como lo que eres: UNA VAINA EXTRATERRESTRE.

- Lo peor de trabajar con Microsoft Teams es que no dejan de proponerte trabajos en grupo, en parejas, colaboraciones al máximo... A ver, ¿esto en la oficina sería igual, con jueguecitos y tonterías, o lo haría cada uno por su cuenta? Estoy en casa, duchado (qué remedio), riendo las gracias y con la camarita puesta, no me pidas también que haga el pino puente. Gracias.

jueves, 7 de octubre de 2021

Odin Dupeyron, el anti Mr Wonderful

Suelo ser contrario a cualquier vídeo motivacional, speech inspirador, charla TED Talk o "magnífica demostración de marketing de Steve Jobs" que me pongan en un training. No los soporto. Los desprecio. No porque me considere más listo o por encima de lo que pueda decir uno de estos charlatanes ponentes, sino porque, en general, no me creo nada. Soy muy Scully en temas de "con lo que está diciendo esta persona puedo mejorar mi vida". I WANT TO BELIEVE BUT YOU ARE NOT FOOLING ME. Sin embargo, el otro día, salido de la nada, como un topillo rebelde que se asoma a la ciudad desde las alcantarillas si los topos vivieran en las alcantarillas, me pusieron un vídeo que me impresionó. Allí salía un señor, un tal Odin Dupeyron, que decía varias cosas a tener en cuenta. Que no vendía el cuento de siempre. Y le banco totalmente. Aquí os lo dejo:

jueves, 30 de septiembre de 2021

Screenlife: Las películas que ocurren dentro de una pantalla

¡Por fin una palabra para dominarlas a todas! No sabía yo cómo llamar a esas películas donde toda la acción tiene lugar en la pantalla de un móvil, tablet o portátil y por fin Hollywood me ha dado el término: Screenlife, algo así como, “la vida de la pantalla”. He aquí una mini-lista con las películas que más me gustan de este mini-género también conocido como Screen-movies (está triunfando tanto que ya hasta se plantean secuelas de pelis de acción adoptando esta vía):

1/ Searching: Un padre buscando desesperadamente a su hija desaparecida. Thriller como la copa de un pino que utiliza a las mil maravillas el ordenador del padre y la hija cómo fuentes de investigación. Tiene giros y corazoncito, super-recomendable. La siguiente película de su director, Aneesh Chaganty, es otro thriller que me dejó torcuato, Run (Mamá te quiere); esta ya no usa el recurso de las pantallitas pero es de morderse las uñas a base de bien.

2/ Unfriended (Eliminado): Un fantasma (o presencia indeterminada, ser sospechoso, presencia ectoplásmica no identificada) se cuela en una charla entre amigos y allí pasan cositas muy chungas. Me encanta lo bien que se usan todos los recursos (ahora la playlist, ahora el Skype, ahora el Facebook, ahora el correo, ahora el…) para ir creando el intríngulis. Una de las primeras películas del género screenlife a cargo del director y productor ruso Timur Bekmambetov. Recaudó 64 millones de dólares con un presupuesto de tan solo un millón. Hit. 

3/ Host: Gente haciendo la ouija en Zoom. Tiene un par de momentos que te pone los pelos como escarpias (Escarpias: The Movie) pero se queda cojita, ¡el punto de partida daba para mucho más! En cualquier caso, es una película que va directamente al susto sin buscarse excusas de "grupo de amigos al que se le cuela una presencia extraña", no, no; aquí van directamente a hablar con espíritus con internet de por medio, la propuesta es descarada y no está mal resuelta.

4/ Unfriended: Dark Web: Secuela muy decente de Eliminado que se interna por los correosos caminos de la “dark web”, esa internet oscura y secreta donde campan a sus anchas los elementos más despreciables de la sociedad. Tiene menos “misterio/intríngulis” que la primera pero está llenita de momentos crudos y viscerales. Recomendable.

5/ Open Windows: Para ser una cinta del siempre intrigante Nacho Vigalondo y con ese concepto tan chulo, me esperaba más. Aún así, merece la pena por ver el despliegue técnico y por ser una de las primeras del “género”.

Otras películas de este género pantallil son Megan is Missing (que le disputa a Unfriended el título de primera película de este tipo, además de haber generado una gran polémica por sí sola), Rattler, Profile (también de Bekmambetov, se toca el tema de los terroristas yihadistas y su presencia en redes), Spree (con uno de los chicos de Stranger Things como conductor de Uber que quiere ser un YouTuber famoso, pasable y poco más) o Safer at home (que inevitablemente introduce la pandemia en el género).

sábado, 25 de septiembre de 2021

Lo mejor de trabajar con Microsoft Teams

Compañeros muy sonrientes que no trabajan en lo mismo que yo

- Lo mejor de trabajar con Microsoft Teams es mirar directamente a la cara de uno de tus compañeros con odio pero que este no sepa que le estás mirando directamente a él (solo estás mirando "a la pantalla")

- Lo mejor de trabajar con Microsoft Teams es mirar directamente a los ojos del infierno y descubrir entre todas esas llamas y azufre que, sí, el infierno es tu trabajo

- Lo mejor de trabajar con Microsoft Teams es que te puedes quitar la cámara cuando sientes la imperiosa necesidad de meterte en Twitter, Instagram y en cualquier otro sitio donde no estén dando la turra (o, al menos, donde den otro tipo de turra)

- Lo mejor de trabajar con Microsoft Teams es demostrarle al mundo entero que no solo es que se puedan hacer los trabajos de oficia desde casa, ¡es que se pueden hacer poniéndose guapo solo de cintura para arriba! (¿solo conservo yo el pantalón de estar por casa y las pantuflas?)

- Lo mejor de trabajar con Microsoft Teams es que si eres tímido, callado o anti-social puedes pulsar en el icono de las manitas aplaudiendo o el pulgar para arriba para demostrar que "estás involucrado", ¡se acabaron esos molestos silencios en los que no te viene nada a la cabeza para demostrar tu presencia entre otros seres humanos!

- Lo mejor de trabajar con Microsoft Teams es que se acabaron esas horribles charlas de relleno mañaneras con los compañeros con los que no quieres hablar cuando vas a la cocinita a por un café; ahora el café te lo haces en tu Nespresso y para esquivar al compi solo tienes que fingir que no estás al otro lado cuando saludan, ¡el ghosting sin salir de casa! (imprescindible desconectar la cámara; tus compañeros siguen teniendo ojos)

- Lo mejor de trabajar con Microsoft Teams es que puedes chequear tu aspecto cada dos por tres con la maravillosa opción de "image preview" (lamentablemente, también puedes confirmar cada dos por tres que de donde no hay, no se puede sacar; ya te puedes colocar el pelito como quieras)

- Lo mejor de trabajar con Microsoft Teams es que puedes jugar la carta de "no me va internet" para quebrar cualquier conversación a voluntad (eso sí, hay que administrarla bien, usar solo en caso de charlas realmente peliagudas o simplemente insoportables) 

- Lo mejor de Microsoft Teams es que puedes poner "brb" en el chat y bajarte a por huevos y leche al supermercado si quieres (parece ser que "brb" -be right back- es un periodo de tiempo indeterminado, eternamente flexible, como si teclear tres letras te permitiera blandir el tiempo a tu antojo, derretir los relojes cual Dalí)

- Lo mejor de Microsoft Teams es que, al contrario que en la vida real, puedes cerrar la sesión. Forever.

jueves, 5 de agosto de 2021

Black Bear y no entender un pimiento

Hace poco vi Black Bear, una exploración de las relaciones de pareja... ¿o una disección del mundo del cine? No sé, es una cosa un poco lynchiana (más hacia el final que hacia el principio) y que podríamos meter en el género de las películas "más raras que un perro verde". No sé si me ha gustado tanto como para recomendarla, tan solo sé que en este estimable post (yo lo estimo molt) dan unas cuantas claves de qué puede significar el final. Spoilers a gogó, claro.

viernes, 23 de julio de 2021

Buenos consejos

En este extracto de una entrevista del Hollywood Reporter a David S. Goyer ("it's not an S, in my planet it means hope"), el guionista cuenta los consejos que le dio su mentor Nelson Gidding a la hora de encarar su profesión. Me parecen fantásticos:

I’ve always been pretty organized. When I started writing, I had a mentor named Nelson Gidding, who wrote a lot of films for [West Side Story director] Robert Wise. I was his teaching assistant in college. One of the things that he always said is that you need to treat writing like a job and not an art. You need to set hours, you need to set a schedule. You should write in a place that’s not your home, if you can help it, or at least not your bedroom, but a place you physically go to. He also said you should never call yourself a writer — you “write for a living.” Which is not to say that he didn’t believed in honing your craft, but he likened it to, like, being a woodworker. That works for me.

Nelson also said if you really want to be a successful writer, you should travel a lot. You should go out in the world, you should experience a lot of stress. That’s something I really took to heart. I’ve been to about 50 or 60 countries, and had experiences that got me out of my bubble. Like I trekked in Tibet for six weeks and that experience fed into stuff. 

miércoles, 14 de julio de 2021

El mejor trailer que recuerdo

No el que visto, pero sí el que recuerdo. Una maravilla. Un Oscar a este trailer. "Smooth. That's how we do it". Oh my.

domingo, 6 de junio de 2021

Dálmatas

He escuchado a Pilar Castro decir "ciento y un dálmatas" en "Ventajas de viajar en tren". Jamás había escuchado a nadie llamarla "ciento y un dálmatas", siempre había sido "cientoun dálmatas". ¿Llamará a la secuela "ciento y dos dálmatas"? ¿Lo dice así por la expresión "ciento y la madre"? En cualquier caso, adoro a Pilar Castro y no es lo más raro que pasa en "Ventajas de viajar en tren".

viernes, 28 de mayo de 2021

Ojo al datito

Hace poco tuve una nueva prueba para un trabajo. Que no conseguí. Este es un poco the circle of life que decían en El Rey León pero aplicado a mi vida: me apunto a una oferta, bordo la entrevista con hilito fino y en la prueba-gymkhana-aro de fuego final me chamusco hasta quedar bien churruscadito con esa salsita de pimienta, ¡ay, qué rica! ¡AY, QUÉ BUENA! La cosa era para revisar anuncios en apps basándose en las normas internas de la compañía para la que trabajaría (una misteriosa compañía cuyo nombre no me fue revelado -ojalá el jefe observando mis respuestas en una sala oscura donde solo se viera el humo de su puro-). Para controlar si hay cosas racistas, machistas, chiquitistanís... y denunciar a sus RESPONSABLES ANTE UN TRIBUNAL!!! O, bueno, tan solo darles un toquecito online y decirles "quitad este anuncio lascivo, gracias". La prueba que me pidieron hacer era un documento con unas 25 preguntas. En una de ellas, la número 11 (la que os pongo debajo), hube de detenerme. Me alegró muchísimo (en varios sentidos) ver a Rachel Green. Pero si le hice un pantallazo es porque quería plantear esta pregunta al ciberespacio: ¿CUÁL DE LAS 3 IMÁGENES HABRÍAIS ELEGIDO VOSOTROS? 

lunes, 3 de mayo de 2021

Llámeme y se lo cuento

Estos últimos días estoy buscando de forma casi obsesiva información y presupuesto sobre un servicio que, no sé muy bien porqué, las empresas que lo proveen se niegan a dar por email. No diré qué servicio es, solo diré que es ligeramente más importante (y costoso) que unas Conchas Codan (que, por otra parte, son deliciosas y todo lo que cuesten me parece poco). Pero, como digo, las empresas que dan estos servicios se encierran en sí mismas como bichos bola y se niegan a facilitarte el precio de las cosas SI NO LES LLAMAS ANTES. ¿Qué son, encantadores de serpientes? ¿Es que si oigo su melodiosa voz voy a picar el anzuelo sí o sí? ¿Han desarrollado avanzadas técnicas de hipnosis telefónica? Hoy he recibido una respuesta absolutamente sui generis que debo repicar aquí de forma literal:

¡Hola Juan!

Para poder acceder al generador de presupuestos es necesario que lo haga a través de la centralita de llamadas. Ya tengo bastante información respecto a tu necesidad, pero me gustaría conocer algunos detalles más.

¿Generador de presupuestos? ¿Qué? WHAT? A través de la centralita... perdone, ¿pero qué trama es esta? ¿Pero qué narrativa estamos construyendo de generadores y centralitas? ¡Que me diga usted lo que cuesta SU PRODUCTO! En el año 2021, en el que puedo contratar ver las películas que me plazca de Hollywood, Armenia o Taiwán con tan solo un click, ¿cómo es posible que todo un sector se amarre a estas antiquísimas técnicas de venta? ¿No entendéis que me quitáis tiempo con la cháchara, que me estáis dando problemas antes incluso de ser cliente vuestro, que me estáis perdiendo?

jueves, 18 de marzo de 2021

Chiste rápido

Maribel Verdú ha sido elegida para dar vida a la madre de Flash en la próxima película del superhéroe que producirá Warner Bros. y dirigirá Andy Muschietti. En los comentarios de Slashfilm a la noticia he encontrado un chiste bastante atinado:



martes, 16 de marzo de 2021

La película va sobre el director

Leyendo los comentarios de un antiquísimo post de mi querida Slashfilm (de uno sobre el crítico Armond White y 12 años de esclavitud, que ya mencioné por aquí), he dado con una interesantísima reflexión sobre las películas y el mensaje que transmiten: ¿va Titanic del barco que se hundió y la gente que murió o de la visión del mundo de James Cameron? ¿es Alien una historia sobre un extraterrestre que va cargándose a todos los humanos que se encuentra o sobre las tendencias políticas de Ridley Scott? He aquí el comentario que a mí me ha dado que pensar:

12 Years a Slave is a work of art of its time -- that being the time it was made, not the time it was represented -- as is true of all historical dramas. Braveheart is more about Mel Gibson's attitudes and the current culture of the 1990's when the film was made than it was of the 13th century. Gladiator was closer in tone and intent to the 2000's than it was to the 1st century. Even Schindler's List reveals more about Spielberg than it is actually about the presentation of the adapted events. That we buy into that lie, that we think we are actually seeing the past through the silver screen, is a testament to not only the power of the moving image, but also to our own imaginations and empathetic tendencies

jueves, 11 de marzo de 2021

The Artist

Hace poco hice uso de una invitación del Virgin Media DIFF (Dublin International Film Festival) que me iba a expirar y me alegro de haber llegado sobre la campana porque a la cosa le saqué chicha. Se trata de una conversación de algo más de una hora con Steve McQueen, el director de Hunger, Shame, 12 años de esclavitud o la serie (¿de películas?) de cinco entregas Small Axe. Me vino de perlas, además, porque he vuelto a ver 12 años de esclavitud recientemente y me dejó tan catacroquer como la primera vez (la polémica de si es tan solo una muestra de "torture porn" o un ejercicio artístico perfectamente válido la tratan de manera excelsa David Chen, Devindra Hardawar y el crítico Armond White en este podcast de Slashfilm... yo no sé en qué bando posicionarse, ni si hay que posicionarse necesariamente en uno, ni si hay tan solo dos bandos o hay incluso un tercero que de cabida a los otros dos).

En cualquier caso, con 12 años de esclavitud tan fresca en mi memoria, el timing para ver la charla con McQueen era perfecto y la verdad es que no me ha defraudado. He podido explorar con el ojo bien curioso, y las orejillas afiladas, si sus intereses son puramente artísticos o puramente explotadores, si realmente pretende contar algo a través del arte o lo suyo son juegos de luz y color llenos de una gran nada (si es verdad que "solo está interesado en el masoquismo, en la tortura del ser, en las distintas formas en las que puede hacer sufrir al ser humano"... parafraseando a Armond White). Él dice que lo primero, y creo que es lo primero, y quiero creer que es lo primero; pero cuando ha hablado de la taquilla y las ventas en DVD de 12 años de esclavitud me ha parecido que no le disgusta (nada) dejarse embelesar por lo segundo... ¿calificar como un blockbuster una película sobre el esclavismo es correcto, es ético, es de buen gusto (aunque fuera un blockbuster)? O puede que McQueen sea como todos nosotros, un montón de contradicciones con patas que tan solo quiere dejar su huella en este mundo. Yo solo sé que es un señor que me dice cosas que me interesan.

martes, 9 de marzo de 2021

El piso que cobró vida

Repasando anuncios en Idealista me he encontrado con este que te dice sus condiciones en primera persona, ¡es el propio piso el que cuelga el anuncio para buscar(se) dueño, para que "entren" en él! Ojooooooooo:

Hola querid@ futur@ amig@;

Tengo mucha curiosidad por conocerte, no tengo ni la más remota idea de quién va a ser la persona que ocupará mi espacio, consto de 57 metros cuadrados aproximadamente según catastro y estoy ubicado en (...)

Bueno, ya solo queda que nos conozcamos.

Un saludo,

miércoles, 3 de marzo de 2021

Respuesta del propietario

Restaurante de comida china en Madrid. Lleva poco tiempo abierto. Muy buenas críticas de la gente. El pueblo está a tope con el local. Cuando, de repente, una voz disidente. A lo mejor se creía que "bueno, como los dueños son chinos no me van a contestar en Google"... 

Ante entramados sintácticos como "la cantidad es poca reducen que el billete es falso" creo que no se le puede anteponer ninguna respuesta mejor. Juego, set y partido para el propietario. Muy fan de este sitio. Ah, pero... ¿te gusta por las empanadillitas esas tan buenas? No, no, por su hot take en Google Reviews. Pienso ir a visitarlo la próxima vez que esté en Madrid. Que a este paso será en 2035.

lunes, 1 de marzo de 2021

¿Superman negro? - My two cents (II)

Lo de un Superman negro sigue generando un debate, para mí, apasionante. He aquí la opinión de Rachael Daniels, una señorita negra que comentó la noticia en el portal que dio la exclusiva (Shadow and Act, centrado en noticias de directores-actores-guionistas negros) y que aporta un punto de vista que no había contemplado:

Is it weird that I'm not interested in a Black Superman story? Like I really, really, really want a Superman movie with traditional Superman. We've haven't had a good one in my lifetime. Is the idea of Black Superman interesting? Yes. The most powerful man in the world being Black makes for fascinating stories, but the story of Black Superman would be just that. Black Superman. The story has to be about race and I really don't want a Superman movie about race. Could it be good? Of course, it could be amazing, especially with Coates. But I kinda just want a regular Superman movie. Is that weird? In fact, I'd be more interested in seeing Superman through the eyes of a Black writer. We'll see what happens though.

Seguiré reportando. It's only my favourite fiction character of all time. It's my duty.

sábado, 27 de febrero de 2021

¿Superman negro? - My two cents

Se habla de un Superman negro. A la polémica obvia (¿se le puede cambiar la raza al héroe más white establishment de la historia?) le ha seguido otra (¿es verdadera "diversidad" o es Warner chasing the sweet sweet money of Black Panther?)... y en breve surgirá otra nueva. Un señor que ha escrito en un foro resume bastante bien mi opinión:

White characters have been the standard since there have been superheroes. Now the rest of us are getting to share in the representation. It shouldn't hurt you that others get a chance to see themselves on screen for once.

Si la diversidad hay que meterla a caponazos, pues a caponazos. 

jueves, 25 de febrero de 2021

Zack Snyder, Superman, Ayn Rand y el Objetivismo: cacao maravillao (Inicio)

A ver cómo cuento esto en pocas palabras porque hay mucha tela que cortar... Resulta que Zack Snyder es un objetivista, término este que descubrí hace unos años a raíz de... Zack Snyder (o del análisis que hacían de una de sus películas en una web de cine). Esto puede ser bueno o malo, según de lo que te parezca a ti la corriente objetivista, creada por la pensadora-autora-filósofa Ayn Rand. Yo aún tengo dudas. A ver, hay cosas que me parecen EL HORROR de esta filosofía pero hay otras que lo piensas y dices "pues oye, eso de que ninguna persona tiene derecho a exigirte modificar tu vida para atender sus peticiones a lo mejor tiene sentido"... pero también puede sonar a un egoísmo extremo y repulsivo (una de las críticas más comunes que se le hacen a esta filosofía). Así que me paro aquí, este es un pensamiento muy embrionario todavía, no me quiero mojar hasta haberme empapado bien de todo el tocomocho.

Pero vamos a lo que a mí me afecta personalmente, que es lo de Superman: Zack Snyder (que, full diclosure, me parece que rueda como los ángeles pero que tiene problemas con lo que viene siendo la narración de una historia) puede haber colado su filosofía objetivista en su enfoque de Superman en tres películas: Man of Steel, Batman v Superman y Zack Snyder's Justice League (... si hubiera metido su enfoque objetivista sobre Superman en la peli esa de los búhos con armadura hubiera sido ya la repanocha... wait... ¿¿lo ha hecho??). Y, claro, a mi Tito Súper que no me lo toquen. O que me lo toquen con cariño. Porque así de primeras eso de "rechazar cualquier tipo de altruismo" (uno de los principios objetivistas si no estoy metiendo la pata) es THE COMPLETE OPPOSITE de lo que es Superman...

No voy a mentir: me gusta Man of Steel. Me sigue pareciendo una propuesta valiente, arriesgada y muy potente sobre Superman, un golpe encima de la mesa para rejuvenecer el mito. ¿Es una película perfecta? No. ¿Es mi visión favorita de Superman? No. ¿Es un chute de power? Absolutamente. Pero, como digo, tiene sus cosillas a revisar... nunca le di mucha importancia a dichas cosillas... hasta que aumentaron notablemente en Batman v Superman. Y me puse a curiosear por ahí. Y resulta que la filosofía objetivista, que Snyder respira desde que se levanta hasta que se acuesta, podría haber sido inyectada de tapadillo en mi superhéroe favorito en mucha mayor cantidad de la que yo creería/querría. ¿Tiene derecho un creador a darle sus propios valores al protagonista de la película (Snyder le da el objetivismo, yo a lo mejor le daba... no sé, devoción por los Donuts Fondant)? ¿Es el objetivismo tan malo como denuncian aquellos que dicen que es incluso peor que pegarle a un padre con un calcetín sudado? Y, finalmente, ¿se equivocaron en el tono que le dieron a la película de Superlópez? A esta última pregunta digo ya que sí. A todas las demás os digo (y me digo a mí mismo, que esto es para aclararme yo sobre lo que pienso de todo esto) que en breve ampliaré mi reflexión sobre este tema.

Este post me ha recogido en un mismo texto muchas de las dudas y teorías que bailaban por mi cabeza (no sé si el post es 100% truthful pero creo que es una lectura muy interesante): https://magnet.xataka.com/idolos-de-hoy-y-siempre/zack-snyder-director-vision-unica-gran-parte-esa-vision-se-debe-a-ayn-rand?utm_source=espinof&utm_medium=network&utm_campaign=repost

Este otro post, del blog de un objetivista, también aporta cosas al debate: http://themidside.com/zack-snyder-and-the-fountainhead-the-questions-youre-asking/

Y este análisis de Man of Steel no está nada mal: https://24framesofsilver.wordpress.com/2018/06/19/man-is-an-end-in-himself-zack-snyder-3-ayn-rand/

En fin, hay más posts del tema que días del año. Seguiremos informando.

lunes, 22 de febrero de 2021

What's your favorite scary email

Imagínate que estás buscando trabajo como loco. Te conectas a tus Indeed, Infojobs, Monster, mi querida LinkedIn... todas las que conozcas. Y que, cuando una de estas webs amigas te mandan un email, no es para ofrecerte un trabajo... sino para hacer una chanza, una bromita, un "vamos a ilustrar el miedo ante las entrevistas de trabajo con una foto de Casey Becker en Scream, la primera chica a la que destripa como a un pescado Ghostface, jijiji".

¿Qué diría de esto Drew Barrymore? Y, lo más importante, ¿cuál es la hoja de cuchillo que usaría Ghostface con el autor de esta ocurrencia?

miércoles, 3 de febrero de 2021

Another fail, another dollar

Vale, la expresión original no es la del titular del post sino "Another Day, Another Dollar", es decir, "otro día, otro dólar", lo que viene a significar más o menos que "otro día aburrido, asqueroso y so mamón en este trabajo pero otro dólar a la cuenta bancaria, qué le vamos a hacer, así es la vida". No puedo negarle un ápice de verdad a esta expresión americana: lo único que se le puede sacar a ciertos trabajos es dinero. Que no es poco. No digo que lo sea. Aunque un poco sí. Pero lo que yo venía a decir aquí es que la expresión está reformándose en mi propia exitencia como "Another Fail, Another Dollar", en el sentido de que he tenido una nueva entrevista de trabajo que ha sido un desastre morrocotudo y esto es lo que viene siendo norma habitual en mi vida. Un poco enrevesado pero qué le vamos a hacer si escribir desvaríos en todo lo que le puedo sacar a mis fallidas entrevistas de trabajo. Qué rebuscado todo lo que escribo, cuánto twerking verbal, qué asco.

Pues eso, que hace poco tuve otra de estas exigentes entrevistas de trabajo que hacen por Dublín (consistentes en saltar por varios aros de fuego mientras finges que has querido trabajar en esa empresa que no conocías hasta hace dos minutos desde pequeñito -mi sueño siempre fue jugar en el Madrid-) y que el resultado fue el mismo que siempre: agradecida, emocionada, solamente puedo decir, gracias por venir. Entendí hace mucho tiempo que este iba a ser el trabajo que tendría aquí y punto. Esto lo sé. Pero me empeño en luchar contra Skynet. Note to self: Skynet is inevitable. 

domingo, 31 de enero de 2021

Todo por un sueño: ¡Santa Nicole Kidman de la Papaya!


Hace poco me puse a ver un DVD (remember those days?) de una peli que me gustó mucho en los 90 y a la que la gente no le echa mucha cuenta. Se llama Todo por un sueño (To Die For, Gus Van Sant, 1995) y, oye, que me gustó aún más de lo que ya me gustaba. No es solo un maravilloso retrato de la época en la que vivimos (la Nicole ya quería ser influencer por aquel entonces -ella dice en la peli que quiere “ser periodista”-), sino también un deslumbrante escaparate de talentos: Joaquin Phoenix, Casey Affleck, la siempre excelente Illeana Douglas (qué penita en El cabo del miedo), Matt Dillon, Dan Hedaya, etc.

La Kidman da vida a Suzanne Stone, una mujer que quiere ser la periodista más famosa de todos los tiempos y que no tiene ningún tipo de escrúpulos para hacer cualquier cosa que le acerque a su sueño (no es que la cámara la quiera, es que si no la quiere la agarra del pescuezo hasta que la quiera). Su marido, Larry Maretto (Matt Dillon), tiene planes un poco más terrenales: ocuparse del restaurante de su padre y vivir una apacible vida familiar. A Suzanne esto no le hace mucha gracia y da con un plan para cambiar las cosas que involucra a tres alumnos de un instituto…

La película se toma tan en serio las ambiciones de Nicole en el film como a chufla, a esto contribuye notablemente la banda sonora de Danny Elfman, que va virando del terror a la parodia con una facilidad asombrosa. A mí esta mezcla de drama con comedia negra me ha resultado de lo más divertida; y la interpretación de Nicole Kidman es un primor -ver como ejemplo la escena del coche y el posterior baile-.

To Die For se basa en el caso real de Pamela Smart… que muy smart no debía ser porque la pillaron (las cosas como son). De hecho, en el libro que inspiró el film era la propia Pamela la que pedía que llevaran al cine su historia y expresaba su deseo de que le diera vida en pantalla “esa actriz que se ha casado con Tom Cruise”.

Hay un artículo la mar de interesante sobre la peli en Birth.Movies.Death. Además, hace poco se cumplió el 25 aniversario del estreno del film y en The Playlist le dedicaron un reportaje bien trabajado, os invito a leerlo. Y os invito también a poneros la canción de los créditos, Season of the Witch de Donovan, que mola un montón. Larga vida a Nicole, Santa Kidman de la Papaya.

viernes, 29 de enero de 2021

El crítico uploader

Buscando una cosa para una cosa (a veces es mejor no precisar), me he topado con algo totalmente inesperado. En la web Mejor Torrent, a la que uno no acude en busca de críticas sesudas sobre aquello que pretende descargar ilegalmente (como mucho, una sinopsis), ha surgido un topillo de debajo del suelo. Atentos a la crítica de la serie Hand of Stone, que no es lo que quería descargar, pero que es seguramente mejor que lo que yo quería descargar y que la propia Hand of Stone. Lamentablemente, no conozco el nombre del autor, así que le llamaré... Torrente de Hita:

En algún momento las fronteras éticas se desdibujaron en las series de televisión y pasamos del mundo de los héroes y los villanos a los antihéroes, y ahora al de los antivillanos que son algo así como la etapa superior del discurso ético-estético-cultural de las actuales sociedades de control. Tanto nos quejamos de las historias en las que había buenos y malos y la diferencia era infranqueable entre unos y otros que nos dieron con el gusto y ahora tenemos la negación de la negación encarnada en estos personajes ficcionales que están más allá de toda consideración o juicio de valor. Porque el antihéroe como Walter White o Dexter tenía al menos excusas que nos parecían legítimas para ir y venir entre el ser héroe o villano nos parecía bien, y lo legitimábamos sea porque sus desvíos y locuras estaban asociadas a alcanzar un bien mayor o porque el sistema social, judicial, político o económico era corrupto o inservible. 
Pero ahora aparece el personaje que está racionalmente extraviado, cuya corrupción y crímenes no tienen ningún tipo de justificación ni atenuante ni salvación, excepto, el de la mano de Dios tal el argumento de la nueva serie dramática que nos propone Amazon y que en enunciado de su título, Hand of God resumen magistralmente esta obra maestra de lo indeciblemente humano, demasiado humano, en el sentido nietzscheano. De modo que estoy hablando de un personaje protagónico excluyente, el Juez Pernell Harris (interpretado magistralmente por Ron Perlman) que solo podría tener algún antecedente en el antivillano Deadpool del mundo del comic. Pero este Juez es peor aún. Es la encarnación deformada del poder grotesco que denunciaba Alfred Jarry en Ubú Rey que tiene la suma del poder público y de todos los pecados habidos y por haber y que de repente es iluminado por Dios para convertirse en su mano dura y de hierro en nuestra Tierra. 
Literalmente nuestro Juez Pernell Harris está convencido de que es la mano de Dios, tiene visiones, escucha voces, se asocia y pone a su servicio a un sicario que en prisión también fue iluminado evangélicamente y emprende su cruzada. Aquí el mal funcionamiento de la justicia es funcional a su corrupción y es él mismo el que organiza la red de ilegalismos que atraviesa al Alcalde, la Policía, la Justicia y hasta al empresariado de la Babel en la que se ha convertido la ciudad. La serie fue creada y escrita por Ben Watkins, alguien con escasos antecedentes previos en la industria como para trazarle una trayectoria, y su principal carta de presentación, como ya les anticipé, son el protagónico del gran actor Ron Perlman (Sons of Anarchy, Beauty and the Beast, Hellboy, y una larga lista) que compone un personaje extraordinario y que seguramente estará entre los mejores de esta temporada de series 2015, y Marc Forster (World War Z) como Director.


lunes, 18 de enero de 2021

How To With John Wilson

How To With John Wilson es uno de esos programas que lo ves y dices "todavía se pueden hacer cosas nuevas en televisión". No reinventa la rueda pero es una cosa que yo no había visto nunca antes. Básicamente, la cosa va de un señor enlazando de forma creativa un montón de imágenes de archivo completamente random para apoyar un argumento o una tesis que nos quiere contar; en este sentido, no es muy distinto de un monólogo de un humorista, que se busca un montón de chistes y luego intenta agruparlos bajo un tema unitario. Por ejemplo, en el primer episodio intenta explicarnos cómo hablar con extraños. Lo cierto es que el tema o tesis es lo de menos, no es más que un contenedor de lo que realmente importa: las imágenes cazadas al vuelo, esos encuentros marcianos con todos esos protagonistas anónimos que solo pueden salir del mundo real. Alguna de estas charlas aleatorias, tan trascendentes como intrascendentes, me ha recordado poderosamente a "La gente de Bart", aquel segmento protagonizado por Bart Simpson en el informativo "Kids Newz" de aquel capítulo de Los Simpson en el que, para robarle el protagonismo a Lisa, Bart se saca de la manga una sección de entrevistas íntimas a gente absolutamente random, como un señor que da de comer a los patos en un parque. Siempre he querido hacer "La gente de Bart", siempre he sentido una fascinación inexplicable por la cotidianidad; a la que observo, a veces (la mayor parte del tiempo, en realidad) como una cosa inasible, en la que no puedo encajar. Entiendo que la cotidianidad me observa a mí del mismo modo.

Tenéis un artículo bien completo sobre la serie, firmado por Daniel de Partearroyo, en la web de Cinemanía

viernes, 15 de enero de 2021

Clickbait: The Movie

Quién me iba a decir a mí cuando estudiaba la carrera de Periodismo que, en el futuro, las cosas serían así de tenebrosas. Sombras tenebrosas, de Tim Burton. Titular del HELLO para captar a los seguidores de Dawson Crece y la formidable intérprete Katie Holmes:



Cuando voy y pincho, absolutamente intrigado por las rarezas de la hija de Tom Cruise The Cruiser y Katie Joey Potter Holmes, leo el titular real... que resulta que lleva un sutil cambio de una única palabra  (ya te tenemos, ahora te vamos a contar la noticia real, que es algo más apagada de la que querías leer inicialmente y que nosotros te prometimos):


¡¡Que no, que no eran comentarios raros sobre su hija, que eran comentarios dulces como un marshmallow!! Si es que ya no sabes ni lo que lees, muchacho...

Doctor Sleep no quiere que durmamos

He vuelto a ver Doctor Sleep , la película de 2019 que hace un doble combo desconocido hasta entonces, corregidme si me equivoco: es secuel...