jueves, 27 de julio de 2017

Proceso de (des)composición


Me encanta leer sobre cine. Leo 84 revistas de cine al mes (he llegado a dudar de si me gusta mas el cine o las revistas de cine), visito webs de noticias y críticas a diario y suelo comprar toneladas de libros sobre películas, directores y toda la vaina. Pero hay un tipo de libro de cine que me vuelve loco: el noble, proceloso y absolutamente crazy proceso de producción de una película. Desde que nace la idea en la cabeza de una persona (o en la sala de juntas de una empresa de juguetes) hasta que se proyecta en la sala, las fases por las que atraviesa una película me parecen fascinantes, y en ocasiones mucho más que la propia película. 

Hace poco volví a ver Guerra Mundial Z y me gustó quizá un poquito más que la última vez (Brad Pitt is solid as fuck, el tercer acto es original y visualmente es bien golosa). Pero me gustó aún más después de releer la historia de Variety en la que se detalla con pelos (puaj!) y señales el camino tortuoso que atravesó esta cinta hasta el día de su estreno. Tened en cuenta que la idea original era llevar al cine la novela homónima de Max Brooks, pero si habéis visto la película sabréis que de la novela no cogen ni las comas. El proceso de creación de una película, con el tren ya en marcha como en este caso, siempre me ha subyugado como Nosferatu a sus víctimas.

Llevo muchos años haciendo un seguimiento intenso a este tipo de historias, que si Bill Murray iba a ser Batman, lo que tenía pensado Oliver Stone para un nuevo Planeta de los Simios, los múltiples volantazos del reboot de Cazafantasmas, la fallida versión de Superman de Tim Burton (mirad este documental que el propio director ha colgado gratis en YouTube si queréis indagar)… todo esto me chifla, me pone como una moto y, afortunadamente, hay un montón de material sobre el tema. Hasta en el mayor mojón comercial de Hollywood hay cierta creatividad, fallida, explosiva, deliciosa. Y si no, ahí están los libros de arte de cualquier film de medio pelo. Son espectaculares. Los devoro. Melocomotó, melocomotó, los garbazos del puchero...

3 comentarios:

  1. Yo ya hace mucho tiempo que dejé de leer revistas de cine. Las españolas son pésimas y están muy mal escritas. Y yo no puedo con algo mal escrito. Puedo llegar a perdonar la pobreza de contenido, pero jamás la pobreza formal. Si un periodista es incapaz de aprenderse cuatro reglas ortotipográficas, debería dedicarse a hacer otra cosa. Y lo peor es que el 99,99 % de los periodistas hispanohablantes no sabe escribir. Y en el caso de las revistas de cine, el 100 %.

    Y eso sí: JAMÁS LEO CRÍTICAS. JAMÁS. Llevo viendo cine en cantidades industriales desde que tenía cinco añitos, así que ya tengo el suficiente criterio como para pensar por mí mismo: no necesito que nadie me diga lo que me tiene que gustar o lo que tengo que despreciar; y menos aún los críticos, a los que ni siquiera respeto (salvo al enorme Josep Parera, al que le pondría un monumento en el parque que hay enfrente de mi casa; un gran parque, por cierto).

    Actualmente, mi única fuente de información sobre cine es la IMDb, que consulto a diario (o casi), y lo poco que me encuentro en mi recorrido diario por la prensa digital generalista nacional e internacional.

    En cuanto a libros sobre cine, cada vez leo menos. Como la mayoría están escritos por críticos, suelen ser pésimos. Solo leo los libros escritos por gente del cine (directores, guionistas, directores de fotografía, etc.), que esos sí son buenos. Pero de esos hay pocos.

    Me encanta el cine, lo adoro, lo amo. ¿Leer sobre cine? A no ser que sean libros de historia del cine, no.

    Para leer, a mí dame libros de lingüística, y en especial de morfosintaxis y pragmática del español. Esos sí que los devoro. Esos me los como. Esos me dan vida.

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    1. A mí, como tipo finalmente superficial como soy, me interesan un poco los libros sobre el chauchau y el bulebú, leyendas, making offs, películas que sí pero no... También leo otras cosas, pero generalmente tiro por "lo que se mueve alrededor de".

      Respecto a las críticas... me gusta leer algunas para apreciar nuevos puntos de vista sobre una película que me haya gustado o no. Hay gente que sabe mucho más que yo, pero eso no significa que no tenga mi propio criterio. Por ejemplo, cosas encumbradas por la crítica como It Follows o The Babadook me parecen LA GRAN MENTIRA, a Terminator Genesys la crujieron pero me parece la peli más "rewatchable" de la saga junto con la segunda; y podríamos seguir un rato...ç

      ¿Qué será del IDOLAZO Parera? Escribía en La Vibra o algo así, un diario de Miami o quéseyo... Ya te dije que su sustituto no oficial, Roberto Morato, me gusta bastante. No tanto, pero bastante. Tonio L. Alarcón, que lleva Imágenes, me gusta mucho. En Imágenes hay buenos críticos, o al menos críticas cuyos textos me interesan.

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    2. Ufff, Roberto Morato nunca me gustó (y, además, escribe muy mal). Y Tonio L. Alarcón... psss, pues... ya te digo, tes cuartos de lo mismo.

      Yo les regalaría a esta gente unos ejemplares de la «Ortografía» y de la «Gramática» académicas y línea directa con la RAE o la Fundéu. Puedo perdonar la pobreza de contenido, pero no puedo perdonarle a un periodista que no sepa escribir. Oiga, cinco años en una facultad de Periodismo... y usted no es capaz de poner las comas bien puestas y, lo que es mucho peor, no es capaz de cohesionar bien el texto mediante los conectores y marcadores adecuados. Lamentable.

      Parera era DIOS. ¡Cómo te echamos de menos, Parera!

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