Estos últimos días estoy buscando de forma casi obsesiva información y presupuesto sobre un servicio que, no sé muy bien porqué, las empresas que lo proveen se niegan a dar por email. No diré qué servicio es, solo diré que es ligeramente más importante (y costoso) que unas Conchas Codan (que, por otra parte, son deliciosas y todo lo que cuesten me parece poco). Pero, como digo, las empresas que dan estos servicios se encierran en sí mismas como bichos bola y se niegan a facilitarte el precio de las cosas SI NO LES LLAMAS ANTES. ¿Qué son, encantadores de serpientes? ¿Es que si oigo su melodiosa voz voy a picar el anzuelo sí o sí? ¿Han desarrollado avanzadas técnicas de hipnosis telefónica? Hoy he recibido una respuesta absolutamente sui generis que debo repicar aquí de forma literal:
¡Hola Juan!
Para poder acceder al generador de presupuestos es necesario que lo haga a través de la centralita de llamadas. Ya tengo bastante información respecto a tu necesidad, pero me gustaría conocer algunos detalles más.
¿Generador de presupuestos? ¿Qué? WHAT? A través de la centralita... perdone, ¿pero qué trama es esta? ¿Pero qué narrativa estamos construyendo de generadores y centralitas? ¡Que me diga usted lo que cuesta SU PRODUCTO! En el año 2021, en el que puedo contratar ver las películas que me plazca de Hollywood, Armenia o Taiwán con tan solo un click, ¿cómo es posible que todo un sector se amarre a estas antiquísimas técnicas de venta? ¿No entendéis que me quitáis tiempo con la cháchara, que me estáis dando problemas antes incluso de ser cliente vuestro, que me estáis perdiendo?
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