sábado, 19 de octubre de 2019

The Christmas Chronicles (of mine)

Soy fan de la navidad. Amo el producto, tiene una factura brutal, me parece fantástico: Santa, los renos, las luces, los regalos, el chocolatito caliente frente a la chimenea, las cenas pantagruélicas, las congestiones humanas en Callao… es todo fantástico (¡los churritos y el hot chocolate de New Year’s Eve cuando vuelves/volvías roto a casa!). Sin embargo, mis Origins me impiden disfrutar plenamente de estas fechas y digamos que las vivo desde la barrera. Por motivos que no vienen al caso (ni siquiera en una de estas notas íntimas y personales, quizá tendré que crear las notas mega-íntimas y super-personales), en mi casa y en mi familia en algún momento perdimos esta inercia de montar el belén-cenar langostinos-regalarnos cosas. O solo yo perdí la inercia. O la perdí voluntariamente como cuando una empresa americana despide a un trabajador en una película y le dice que tiene que “dejarle ir” (las atrocidades que se comenten con el lenguaje en aras de un buenismo delirante son para revisar algún día). La cuestión es que me salí de este mecano perfectamente montado y ahora todo lo que me queda (al menos hoy, pretendo remontar en el futuro) es admirarlo como espectador y desearle a todo el mundo unas felices fiestas y reivindicar esa palabra que solo usamos para desear un buen año nuevo: próspero. Es esto lo que os deseo a todos vosotros y también a mi mismo. Un reto para 2019: usad la palabra próspero en al menos dos conversaciones (el doblaje español de Demolition Man –la película que realmente adivinó el futuro, como he leído en Twitter- podría ayudaros en esta labor).

Y como es navidad y yo también quiero contribuir al doble combo paz+bondad, abandonaré mi costumbre semanal de quejarme de cosas o lamentarme de cosas o cosas malas de cosas para recomendaros unas películas navideñas que os alegrarán (¡aún mas!) estas fechas. Ya, ya sé que vosotros estaréis mas concentrados en el tema turrones, peladillas (siniestro invento, destructoras), y hasta castañas asadas de las que te dan en conos de papel de estraza (no se si están ricas, sé que están calentitas), pero como yo me quedo home alone en estos días tan señalados, creo que voy a tirar de DVDs, Netflix y mi gigantesca colección de cómics con su ya famosa PILA DE TEBEOS POR LEER. Vamos con las sugerencias, recordad que estas son APUESTAS SEGURAS y que, pese a la tontuna de la propuesta y/o su envoltorio y/o sus minutos iniciales (ante los que podrías arquear una ceja y pensar en el botón “STOP”), esconden cierta magia en sus fotogramas:

The Christmas Chronicles (Clay Kaitis, 2018): Nunca he tenido muy claro como se traduce “chronicles” al castellano. Crónicas navideñas suena rarísimo. Yo es que la palabra crónica la asocio a que el As me cuente como jugó el Madrid el último partido de liga. Anyway, esta película que producía una desconfianza máxima (las películas rodadas para Netflix ya desde el primer grito de “acción” siempre resultan un tanto cutres) acaba resultando un visionado de lo más agradable. A ver, es tontorrona y hay un elemento absolutamente matador tan solo disfrutable por los más pequeños de la casa (esos elfos hechos con dos duros y cansinos y estúpidos), pero hay ganas de hacer algo digno, hay diálogos con una pizquita de ironía e inteligencia y hay un Santa Claus fenomenal interpretado con el charm de todos los tiempos por Kurt Russell. Además, sale la prota de Relativity, una serie que me encantaba. No me extraña que lleve ya más de 20 millones de descargas, este producto ha sido cuidadosamente elaborado para arrollar.

Díptico Solo en casa (1990 y 1992, Chris Columbus): No voy a mentir: dos de mis películas de cabecera de la infancia. Era FANÁTICO de ellas, me sabia los diálogos de la primera y escenas enteritas de la segunda (¡ahora se pierde en Nueva York, toma ya el gancho!). La idea del film es tan genial, un sueño de tantos niños en su infancia, que solo podía salir una película redonda. Tengo que verlas otra vez, urgentemente.
 
Batman Returns (Tim Burton, 1992): Visualmente, un regalo mejor que el que te va a hacer tu tía Mari. El guión tiene sus grijanders (la amenaza final es un ejército de pingüinos con misiles a la espalda...), pero esa Michelle Pfeiffer haciendo de Catwoman, esa Gotham navideña, ese Danny DeVito unleashed... McDonald's se arrepentería durante años de sacar muñequitos de una cinta tan poco "familiar", pero es una propuesta singularísima.
  • Chicos, he visto Aquaman dos veces (tarifa plana de cine, puedo verla 14 si quiero, si mi vida es así de triste) y aún no sé deciros si es un truño o una cosa divertidísima (diría que es la dos cosas al mismo tiempo), pero puedo GARANTIZAR ante cualquier tribunal internacional que la banda sonora firmada por Rupert Gregson-Williams es canela fina. Si os gustan las bandas sonoras de pelis mainstream, gozaréis.
  • ... Y sí, la peli de animación de Spider-Man está bastante mejor. Yo a lo mejor no flipo tantísimo como el resto de Occidente pero las técnicas de animación empleadas me parecen fascinantes. Película enérgica, absolutamente convencida de su discurso, super-recomendable (soy fan absoluto del personaje al que pone voz Nicolas Cage).
  • Tengo un propósito de año nuevo desde antes incluso de que empiece 2019. Llevo ya unos meses con la intención de ser un consumidor más responsable; ya sabéis que ahora cuando compráis algo no solo compráis ese algo sino que también estáis decidiendo cómo queréis que sea esa sociedad (comprando billetes regalados de Ryanair llevo llevaba años contribuyendo, apoyando económicamente, a las malas prácticas de esta empresa para con sus pasajeros y sus propios trabajadores). Tras leer este artículo sobre Amazon en El País no he aclarado gran cosa sobre la ética (o falta de la misma) de la empresa, pero el artículo viene a reforzar esta dinámica tan de nuestros tiempos de: dale al botoncito, todo facilito... mientras contribuyes a que la sociedad sea un poquito peor casi sin darte cuenta. Mis dos resolutions son estas: dejar de darle pasta a Ryanair (adiós viajes baratos a Londres) y dejar de darle pasta a esa Amazon que crece y crece sin parar (adiós series de Amazon Prime que me apetece tanto ver, adiós libros baratos y/o difícilmente accesibles por otras vías). Ya os contaré cómo me va, y si voy sumando censuras a mi lista.
  • En lo de darle a la tecla, en La Pinta Roja hablé de la nueva campaña de turismo de Turismo Irlanda y colgué algunas fotos de la ciudad, mientras que en Brenda Forever hice una lista con mis 5 series favoritas de 2018 (tenéis las de 2017 aquí), me deleité en el recuerdo de Blossom y comenté algunas cosillas sobre Smallville.
  • Además, subí un podcast sobre el posible regreso de Sensación de Vivir a nuestras vidas (si no tenéis media hora, os lo resumo: NECESARIO).
¡Feliz navidad!

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