miércoles, 23 de octubre de 2019

Tesis (sobre mi suerte)

Hace algún tiempo leí un tweet que tuvo en mí el efecto que tiene el metal ardiendo en las reses, me dolió y me dejó marcado. Decía así: “No es una mala racha. Es tu vida”. Esta frase me lleva persiguiendo desde entonces, ¿y si el autor del tweet estuviera en lo cierto y todo lo malo que me pasa no es “una fase” sino una trayectoria vital definitiva? Sí, puedo sonar tremendista pero 1) está en mi naturaleza el tremendismo y 2) objetivamente, me pasan más cosas malas que buenas desde hace ya muchos años, diría que desde que dejé de comer arena en el parque.

Uno irremediablemente mi suerte a mi forma de hacer las cosas... y aquí es donde viene el verdadero problema. Puede que esté negando la propia naturaleza de la suerte al relacionarla con el buen (o mal) desempeño de uno mismo, pero lo hago. Creo que la suerte es para el que la trabaja y trabajarla, lo que se dice trabajarla, la he trabajado poco. Así que supongo que la pregunta real no es tanto si se puede cambiar la suerte sino si se puede cambiar la forma de ser; si una persona puede cambiar. ¿Puede un señor ser hoy conservador y timorato y mañana liberal y osado? ¿Puede un señor ver la obra completa de Hong Sang-soo para disfrutar al siguiente de los nuevos episodios de Riverdale? En definitiva, ¿puede un señor cambiarse de personalidad como de traje?

De algún modo, la personalidad se agarra a tu cuerpo como fantasma japonés; no te suelta por mucho que lo intentes. Ejemplo: a veces he intentado hacer esa cosa que hace mucha gente de “ponerme una coraza” (para evitar hostias y eso), pero nunca acaba cuajando, me resquebrajo como huevo Kinder, soy blandito y facilón, no puedo ser de otra manera. Cualquier cosa que intento contraria a lo que vengo haciendo las últimas tres décadas es finalmente rechazado por mi cuerpo, como un virus del que se libra tras haberle molestado unos días. Pero si os digo la verdad, más que cambiarme la personalidad, que está bien, es aceptable, no la rechazo, lo que me gustaría es meterle mejoras, upgrades, novedades. Y me cuesta. Y la suerte no me cambia. ¿Cómo se pasa de quien eres a quien puedes ser?

Recuerdo también las palabras de Lisa, cuando no quiere ir a clase o algo así porque no hace buenas migas con sus compañeros. Marge la anima: “Venga, Lisa, solo tienes que ser tú misma”. A lo que Lisa responde: “Sí, así me va a ir a mí muy bien…”. Tengo que volver a ver Los Simpson, I need some guidance.
  • He visto el documental Fyre: The Greatest Party That Never Happened sobre un engañabobos que iba a montar el festival de música de todos los tiempos y… hasta ahí puedo leer. Yo no conocía nada del caso, porque no leo nada que no tenga que ver con Dawson Crece o Katie Holmes, pero aun sabiendo algo del tema creo que es super-disfrutable. Quizá me hubiera gustado que hubieran escarbado un poco más en la figura del protagonista, pero es un buen documental. Me he bajado otro documental del tema que han hecho los de Hulu porque soy un completista enfermo (Fyre Fraud). Ya os diré qué tal.
  • Lo último que he escrito es esto: un post sobre la organización y estructura de los trabajos en la capital de Irlanda, nuevos breves desde Dublín... y la Recap del primer episodio de la nueva Roswell. Veréis, tengo 38 años y sigo viendo series para adolescentes. Uno es quién es. ¿De momento?

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