Lo de las cosas que se ponen de moda es complicado. Ahora está mal visto declararse fan de Denis Villeneuve o Christopher Nolan porque ya son mainstream; sin embargo, ahora está bien visto pronunciarse seguidor de Kristen Stewart porque ya no hace Crepúsculos sino cosas indies respetables. Yo la amé en todos sus productos comerciales, soportando aquellos ingeniosos comentarios sobre su pelo o "¡¿pero cómo va a ser más guapa que Charlize Theron?! ¡Subjetivamente creo que no y por lo tanto la película es ridícula!", así que me perdonaréis si me pongo una medallita y afirmo orgulloso que, además de una cara bonita, parece confirmarse que es actriz (aprovecho ahora que en breve hará alguna comercial y volverá la olita del odio buena).
Viene todo esto a cuenta del mazacote de comentarios negativos que ha tenido que soportar la muchacha, tanto de gente anónima como de gente a-sínima (gente que sí se identifica, que es no-nónima, o sea, que es a-SÍnima -estudiemos esta palabra, yo la veo fuerte y con ganas de quedarse-). Si a Marty McFly se le borraba el cuerpo de la foto porque estaba torciendo su futuro, a Kristen se le habrá abollado el careto del DNI de tantos palos de la crítica. Rescato aquí un trocito de un texto salvaje contra la chica. Me maravilla lo bien que está escrito, francamente. Si vas a rajar de una película o actriz, al menos cúrrate el texto (no puedo atribuir el autor porque leo tantas cosas y me cortapego tantas otras en documentos de Word que me es sencillamente imposible):
Stewart demonstrates that as an actress, she's a pretty interesting installation art, a sucking hole and a blank projector screen at the same time--the Edie Sedgwick of Poor Little Rich Girl and Beauty #2, who might have had something going on somewhere in there, but mostly just stood around looking pretty like, say, a soup can, or a banana. I confess that whatever wavelength Stewart's appeal operates on is a pitch I can't hear, though I have complete confidence that her pale, buck-toothed, gape-mouthed Culkin vapidity is doing what it's supposed to in Snow White and the Huntsman. I'd like to think that Stewart is an active participant in her exploitation as the world's palest Rorschach blot, but I suspect she doesn't know that she's the heroine in romance-novel cover art: Doomed to be replaced by the reader's face in her mind, held in some brawny embrace.
PD. ¿Soy yo o "la olita del odio" es un título guay para algo?