miércoles, 30 de agosto de 2017

Las modas, los odios; Kristen Stewart


Lo de las cosas que se ponen de moda es complicado. Ahora está mal visto declararse fan de Denis Villeneuve o Christopher Nolan porque ya son mainstream; sin embargo, ahora está bien visto pronunciarse seguidor de Kristen Stewart porque ya no hace Crepúsculos sino cosas indies respetables. Yo la amé en todos sus productos comerciales, soportando aquellos ingeniosos comentarios sobre su pelo o "¡¿pero cómo va a ser más guapa que Charlize Theron?! ¡Subjetivamente creo que no y por lo tanto la película es ridícula!", así que me perdonaréis si me pongo una medallita y afirmo orgulloso que, además de una cara bonita, parece confirmarse que es actriz (aprovecho ahora que en breve hará alguna comercial y volverá la olita del odio buena).

Viene todo esto a cuenta del mazacote de comentarios negativos que ha tenido que soportar la muchacha, tanto de gente anónima como de gente a-sínima (gente que sí se identifica, que es no-nónima, o sea, que es a-SÍnima -estudiemos esta palabra, yo la veo fuerte y con ganas de quedarse-). Si a Marty McFly se le borraba el cuerpo de la foto porque estaba torciendo su futuro, a Kristen se le habrá abollado el careto del DNI de tantos palos de la crítica. Rescato aquí un trocito de un texto salvaje contra la chica. Me maravilla lo bien que está escrito, francamente. Si vas a rajar de una película o actriz, al menos cúrrate el texto (no puedo atribuir el autor porque leo tantas cosas y me cortapego tantas otras en documentos de Word que me es sencillamente imposible):

Stewart demonstrates that as an actress, she's a pretty interesting installation art, a sucking hole and a blank projector screen at the same time--the Edie Sedgwick of Poor Little Rich Girl and Beauty #2, who might have had something going on somewhere in there, but mostly just stood around looking pretty like, say, a soup can, or a banana. I confess that whatever wavelength Stewart's appeal operates on is a pitch I can't hear, though I have complete confidence that her pale, buck-toothed, gape-mouthed Culkin vapidity is doing what it's supposed to in Snow White and the Huntsman. I'd like to think that Stewart is an active participant in her exploitation as the world's palest Rorschach blot, but I suspect she doesn't know that she's the heroine in romance-novel cover art: Doomed to be replaced by the reader's face in her mind, held in some brawny embrace.

PD. ¿Soy yo o "la olita del odio" es un título guay para algo?

lunes, 28 de agosto de 2017

En defensa de Nuclear Man


Me flipa Nuclear Man. Me encantan sus uñas, su tinte, que te de cortocircuitos. Siempre he querido que continuaran su historia, que tuviera más rounds contra Superman, que lo resucitaran en los cómics. Pero el mundo conspira en mi contra. Claro que Superman IV fue un desvarío sideral, pero… ¿tanto cuesta reconocer que, oculto entre la maleza, se escondía un fantástico villano con un potencial tremendo?

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viernes, 25 de agosto de 2017

El diablo viste de Prada es un clásico moderno (y tengo argumentos)


Ayer volví a ver El diablo viste de Prada y el arco de disfrute de mi personaje (o sea, el mío) fue tal que así: “Me está gustando > Me está encantando > ¡Clásico moderno!”. El reparto, el guión, las canciones pop que pegaban en el momento… todo funciona como un reloj en esta “película facilona y agrada-públicos que llevamos haciendo en Hollywood desde hace 70 años y bien que te gusta, pájaro”. Estos son mis cinco argumentos para defenderla:

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viernes, 18 de agosto de 2017

Lo de mi amor/obsesión por escribir: Origins


El otro día picoteé un poco en correo ajeno y leí una postal que le mandaron a uno de mis vecinos. Debo aclarar algo: en nuestra casa no tenemos buzones, el cartero echa las cartas por la ranura de la puerta del portal y el primer vecino que se las encuentra en el suelo cuando entra/sale de casa, las recoge y las pone sobre el armarito de los contadores de la luz (o yo qué sé de qué son contadores, quizá sean contadores de felicidad y miden cuán exitosa es la vida de cada uno de nosotros –MI CONTADOR ESTÁ EN NEGATIVOOOOOO-). Pero volvamos al tema, hay vecinos que las dejan ahí apelotonadas de cualquier manera y hay otros que las ponen “bonitas”, como si fuera el escaparate de una tienda; o sea, que si le leí la postal al vecino es porque estaba ahí plantada, delante de mí, prácticamente pidiéndome que le leyera. Solo era una postal, delante de un chico, pidiéndole que la quisiera.

Debo aclarar otra cosa más: siempre he sentido un profundo respeto por el sistema de correos (está claro que no siento tanto respeto por la privacidad del sistema de correos). De pequeño me escribía cartas cada verano con mi amigo Estellés (su apellido era tan potente que quedó como su nombre); eran cartas semanales, había semanas que nos escribíamos hasta dos o tres cartas. Era tal nuestra afición postal que hasta llegamos a hacer un branding de nuestras propias cartas: la MEGA-Cart (ya sabíamos que “cart” no significaba “carta” pero nos hacía gracia) era una carta con al menos tres folios escritos por las dos caras. La SUPER-Cart tenía que alcanzar las 12 caras o algo así. No recuerdo los detalles exactos, tampoco todos los tipos de cartas. La RECORD-Cart era la carta más larga que nos hubiéramos escrito nunca, el número de caras iba aumentando cada verano. Creo que alguna RECORD-Cart llegó a superar las 100 caras… sí, eso son mas de 50 folios llenos de palabras.

¿Tanto teníamos que contarnos? Obviamente, no. Pero nos gustaba escribir y nos gustaba nuestro carteo. Así que con tal de llenar cuantos más folios mejor, se nos ocurrió una cosa: las secciones. Como si nuestras cartas fueran programas de variedades, incluíamos secciones de música, cine, pequeños relatos o lo que fuera. Recuerdo una mía muy lamentable llamada “el Freddy Rincón de Troncho DJ” en la que hablaba de… ¡música! Yo, que lo más arriesgado que he escuchado en mi vida es el dueto de Kylie Minogue y Robbie Williams. Recuerdo hablar de los Máquina Total y Bolero Mix y de si los megamixes estaban bien hechos. Ay, madre. Hubo un momento de locura carteril en la que llegamos a enviarnos fanzines junto con la carta. Es decir, en el sobre metíamos la carta propiamente dicha, los folios escritos a boli y doblados como Dios manda y; además, en formato más pequeñito, una cosa llamada la “EXTRA-Cart” o la “MINI-Cart” en la que no puedo recordar de que leches hablábamos pero… lo llenábamos. Éramos grandes de esto. El dinero que le dimos a Correos en los veranos de los 90 no se lo ha dado nadie en su vida.

No recuerdo momento más feliz en mis días de verano que aquellas tardes, después de comer, entre las 4 y las 6, cuando se acercaba el cartero y, tras abrir el portón verde del huerto de la casa de Ferreirola, arrojar al suelo de tierra el periódico IDEAL doblado (al que estaba suscrito mi padre, me alegro de que se siga publicando) y, casi siempre, una carta tochita de mi amigo Estellés. Venía todo esto a cuento de que si hay alguien que puede espiar disimuladamente las postales de los demás, ese soy yo. Ya, ya sé que no esté bien hacerlo… pero oiga, yo tengo un bagaje en esto de las cartas. Tú déjame que eche un vistacito a esta postal, que le de un repasito a ver, y luego ya me dices lo que quieras. Y, como descargo final, sabed que era un texto absolutamente inofensivo de un colega a uno de mis vecinos. La postal no era más que una foto de una pistola antigua, una Winchester, y una casa de fondo, con las siguientes palabras del amigo de mi vecino a mi vecino: “Haha, I’m in USA, you are not. Try not to cry too much”. Tal cual.

Es simpática. Y anda que no hace más ilusión una postal, una cosa que ha viajado desde Estados Unidos hasta Irlanda, una cosa que alguien ha elegido para ti, poniéndole su sellito y pensando un texto chorra, que un email/whatsapp cualquiera. Efectivamente, soy viejo como un árbol viejo.

PD. Buscando alguna foto para ilustrar este post, puse en Google "letter northern exposure". Doctor en Alaska (Northern Exposure) era una de las series favoritas de Estellés, y fue una serie a la que me aficioné gracias a él. Llevo años "queriendo" volver a verla entera y ahora tengo un nuevo incentivo, poder ver el episodio 4 de la temporada 6, en el que una Maggie O'Connell adolescente atormenta a la Maggie O'Connell adulta por las decisiones que ha tomado. El episodio se titula The Letter.

martes, 15 de agosto de 2017

Una historia de fantasmas


Ayer vi A Ghost Story y me pasaron tres cosas mientras la veía. Primero, sentí un sopor muy fuerte. Ese plano secuencia de Rooney Mara comiendo tarta durante tres minutos... uff, hay que tener la piel fílmica muy dura para aguantar ese chaparrón y no morir narcotizado. No tengo nada en contra de una película en la que una actriz tenga que lidiar con tartas (hola, Felicity), pero a lo mejor tendríamos que, no sé, hacer avanzar la acción y esas cosas. ¿Un personaje repitiendo lo mismo durante tres minutos? ¿Qué es esto, un GIF?

En segundo lugar, sentí un interés repentino. De repente, aquella película de efectos somníferos comenzó a ofrecer elementos de interés. La trama avanzaba algo, un poco. El director (el de la FABULOSA película del niño y su dragón-mascota), que hasta entonces se había empeñado en anclar su historia al suelo, había decidido que era el momento de lo de "imágenes en movimiento", quizá para evitar que sus productores le demandaran en un juzgado. En tercer y último lugar, no puedo ocultar que sentí cierta fascinación ante el final, del que ya se intuyen cosas desde el principio, pero que es bonito y chachi. No voy a mentir, A Ghost Story cae en los peores excesos de la película indie más indie que te puedas imaginar, es muy aburrida durante mucho tiempo... pero te recomiendo que la veas. El final, a lo mejor, te hace tilín.

Y eso es el cine, ¿no? Cualidades aparte de una película, si te hace tilín, te hace tilín, ¿no?

domingo, 6 de agosto de 2017

Psychosis

"Allí es donde pasa todo el tocomocho"

Ayer volví a ver Psicosis, que en inglés no se llama Psicosis sino Psicópata (Psycho). Por una vez, y sin que sirva de precedente (o sí, no sé, ¿por qué este latiguillo osa predecir el futuro?), tengo que aplaudir cómo tradujeron el título al español. ¿No es Psicópata un título un poco, cómo decirlo... revelador? "Ah, que va de un psicópata... ¡ya está, el loco ese del motel!". Ves entrar en escena a Norman Bates y ya te queda claro. Pero si la llamas Psicosis como que lo dejas un poco más en el aire...

Pero no venía a aquí a debatir la idoneidad del título de la peli, sino a contaros lo divertido que sería tener conocimientos de Photoshop (del paquete Office, yo solo el Word y el Bloc de notas) y diseñar carteles de películas con la traducción al inglés del título que le dimos en España a la peli. Me explico: 
  • Tiburón (Jaws en el original) sería Shark
  • Dos tontos muy tontos (Dumb and Dumber en el original) sería 2 Really Dumb Guys
  • La jungla de cristal (Die Hard en el original) sería Glass Jungle
  • La guerra de las galaxias (Star Wars en el original) sería War of the Galaxies
  • Cazafantasmas (Ghostbusters en el original) sería Ghosthunters
... Y así siguiendo. He encontrado un post muy chulo donde intentan explicar algunas de las razones por las que en España doblamos títulos con tanta alegría, pero no he encontrado nada de pósters con títulos españoles traducidos al inglés. Pero tiene que existir, ¿no? Como lo del Dinosaurio-vampiro...

jueves, 3 de agosto de 2017

Así que vas a venir a Dublín... ¡pues cuidado con esto!


¿Acabas de aterrizar en Dublín? ¿Vas a pasar unas-minivacaciones en esta ciudad famosa por su good craic (buen ambientillo, buen rollo)? Seguro que tienes ganas de patear Temple Bar, tomarte una buena pinta y, con un poco de suerte, ver a un leprachaun… pero antes de eso, quizá te convenga leer esta lista de dangers para el recién llegado. Esto es pintarte lo peor, lo que no sale en las guías de la Lonely Planet, para que no te pille desprevenido y puedas disfrutar de lo que verdaderamente merece la pena. Sin mas dilación, he aquí mis humildes recomendaciones/apuntes.

miércoles, 2 de agosto de 2017

A 47 metros: Mandy Moore contra los tiburones


A 47 metros tiene una premisa que no engaña a nadie: dos chicas en una jaula en el fondo del mar intentando sobrevivir a los tiburones, la falta de oxígeno y esa molesta sensación de cuando pisas una piedra con el canto muy afilado en la playa y te quieres morir del daño... pero sobre todo a lo del oxígeno y los tiburones. Además, la protagonista es Mandy Moore. ¡Y la estrenan en verano! ¿Se puede pedir más en la vida?

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Doctor Sleep no quiere que durmamos

He vuelto a ver Doctor Sleep , la película de 2019 que hace un doble combo desconocido hasta entonces, corregidme si me equivoco: es secuel...