The Boss Baby es uno de los conceptos más divertidos que he visto en años. Cuando vi el tráiler, me subyugó como un vampiro. Ya le obedeceré siempre. La idea de un señor mayor, talludito, haciéndose pasar por bebé para obtener los favores de una familia (a la que quiere extorsionar por motivos que desconozco –en el tráiler no se desvela-) me parece maravillosa, revolucionaria. Grandiosa.
Además del tráiler (que empieza a molar de verdad cuando se descubre
el tocomocho, debajo lo teneis), hace poco vi el libro de arte de la película y
mi amor por esta película no ha hecho sino aumentar. Os digo algo, dudo mucho
que vaya a verla (no conecto con las películas de animación, tienden a
aburrirme, no se por qué), pero este Boss Baby puede conseguir imposibles. Lo
cierto es que me encantaría arrodillarme ante él. Es un faro al final del camino,
es la luz que debe guiarnos. ¡Oh, Boss Baby, qué bueno que viniste!
Por cierto, en España han matizado las facciones del "Bebé Jefazo" (venga, aceptamos pulpo, la verdad es que me parece una traducción apta, en Sudamérica será Un jefe en pañales) y lo han hecho un poco menos malo; fijáos en esos labios más pequeños, ese ceño un poquito menos fruncido, ese "tan solo es un bebé, que no se nos asusten las familias"... ¡maldita sea, no intentéis cambiar a Boss Baby! ¡Él no se somete! ¡Él no atiende a razones comerciales! El Bebé se vengará. Y su venganza será terrible.
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