En mi reciente viaje a Londres me compré un libro de saldo en la filmoteca que me está encantando. Se llama Dark Eye: The Films of David Fincher, lo ha escrito un tal James Swallow y de sus originales 14.99 libras ha pasado a costar 1.99. Lo siento por James Swallow pero mis bolsillos sin duda lo agradecieron. Pero la cuestión no es lo barato o caro que sea el libro, sino lo bueno que es. Y este es muy bueno.
A Fincher le tenía un poco perdida la pista; sí, yo también vi Gone Girl en cine y me gustó mucho pero ahí ha quedado, como el resto de su filmografía. Leyendo los primeros capítulos del libro (en los que el autor se entrevista con Fincher y deja claro no solo que sabe sacarle jugo al entrevistado sino que ha hecho una investigación previa como Dios manda -pese a lo que diga alguna review desnortada de Goodreads-) he recordado lo mucho que me flipaba este director cuando era... joven (ay, ay, lo que he escrito). Recuerdo ver varias veces en el cine Fight Club y hasta convencer a algún amigo para venir a verla conmigo porque era, sencillamente, lo mejor que había visto en mi vida. Y qué os voy a contar de Seven que no sepáis. Ayer me puse The Game en Netflix y, aunque no me volvió tan loco como en su momento en cines, sí que pude apreciar de nuevo lo buen director que es este señor (y el carismazo que tenía Michael Douglas, todo sea dicho). Tengo la intención, si la vida real y sus absurdas obligaciones no recreativas lo permiten, de continuar revisando la filmografía de Fincher, incluida Alien 3. Porque si vamos a hacerlo, vamos a hacerlo con todas las consecuencias.
Os dejo un par de extractos (en formato foto porque transcribir es una tarea titánica) de declaraciones que me han llamado la atención del director sobre lo absurda que es cierta publicidad (menciona a Coca-Cola) y se opone a la idea de que todo el mundo tenga la capacidad de contar historias (se refiere al "storytelling" como un don):
lunes, 19 de noviembre de 2018
sábado, 17 de noviembre de 2018
Londres
Londres me llena de vida. Si mi trabajo es el vampiro que me chupa la vida para dejarme como un guiñapo, Londres es Van Helsing, el protector que le hace la señal de la cruz al Vampyr y le dice “¡Aparta de este hombre, no le quitarás toda la vida, solo una buena parte!”. Gracias, Londres, por hacer lo que puedes con tal de mantenerme sano (… mentalmente sano, despejado, culturalmente refrescado al máximo, empapado de lo que me gusta y me mueve; no sano de físicamente sano, con todos esos sándwiches reduced del Sainbury’s y ese pollo frito a tres libras en los sitios libaneses es un propósito francamente complicado).
Creo que voy tantas veces a esta ciudad porque es como si me arrojaran a una piscina llena de natillas de chocolate (de todas las descripciones que en la historia ha habido de Londres…). Entendedme, una vez dentro de una natilla de chocolate gigante, cualquier dirección es buena, no hay parte mala, es TODO GOZO-TODO EL RATO. Como cuando me como unas natillas de chocolate. Y aquí acaba la metáfora de las natilllas, no había mucho más. He ido a charlas en la filmoteca británica (mi nuevo sitio favorito de la ciudad), he trasteado con decenas de Blu-Rays en la fascinante Fopp! que no he acabado comprando, he saqueado el Comic Book Exchange de Notting Hill y la maravillosa Orbital Comics, he zampado bolas de sésamo de la China Bakery y devorado el salted beef sándwich del sitio de bagels de Brick Lane (¡el del cartel amarillo, no el blanco!)… en mi cuenta de Twitter hice un hilo con alguno de estos disfrutes, por si te pica la curiosidad como a mí esa mostacita en el bocata recién mencionado:
PD. Buscando un link de la tienda de cómics de segunda mano de Notting Hill he dado con su página de Facebook... donde varios clientes ponen a parir a los dependientes por el trato recibido. Yo siempre he recibido una corrección absoluta (aunque lo de escuchar por los altavoces de la tienda la partida que se estaba echando el dependiente a nosequé juego en el portátil era un poco raro)..
Creo que voy tantas veces a esta ciudad porque es como si me arrojaran a una piscina llena de natillas de chocolate (de todas las descripciones que en la historia ha habido de Londres…). Entendedme, una vez dentro de una natilla de chocolate gigante, cualquier dirección es buena, no hay parte mala, es TODO GOZO-TODO EL RATO. Como cuando me como unas natillas de chocolate. Y aquí acaba la metáfora de las natilllas, no había mucho más. He ido a charlas en la filmoteca británica (mi nuevo sitio favorito de la ciudad), he trasteado con decenas de Blu-Rays en la fascinante Fopp! que no he acabado comprando, he saqueado el Comic Book Exchange de Notting Hill y la maravillosa Orbital Comics, he zampado bolas de sésamo de la China Bakery y devorado el salted beef sándwich del sitio de bagels de Brick Lane (¡el del cartel amarillo, no el blanco!)… en mi cuenta de Twitter hice un hilo con alguno de estos disfrutes, por si te pica la curiosidad como a mí esa mostacita en el bocata recién mencionado:
En Londres disfruto como un niño chico, es el mayor patio de recreo que conozco. Fantaseo con la posibilidad de vivir allí, o en Roma, o en Barcelona… pero es Dublín la carda la lana in the meanwhile. ¿Cómo sería vivir en Londres? Supongo que entre durísimo y letal; aniquilaría mi amor por la ciudad, de eso estoy seguro. Así que, de momento, continuaremos visitándola a ratitos, salpicando cada estancia con nuevos musicales, restaurantes, tiendas, jardines secretos, galletas, chocolate squares, gangas en las charities, encendidos de luces (asistí al de las Christmas Lights de Covent Garden con Paloma Faith y un coro, todo muy potito)… y cualquier otra cosa que se me ocurra. O que se le ocurra a Londres, que no para de darle a la cabeza.En la biblioteca de la filmoteca inglesa tienen la #Fotogramas #bfi2018 #london @BFI pic.twitter.com/NtzjZHauEK— JR DEL ROSAL (@jrdelrosal) 13 de noviembre de 2018
PD. Buscando un link de la tienda de cómics de segunda mano de Notting Hill he dado con su página de Facebook... donde varios clientes ponen a parir a los dependientes por el trato recibido. Yo siempre he recibido una corrección absoluta (aunque lo de escuchar por los altavoces de la tienda la partida que se estaba echando el dependiente a nosequé juego en el portátil era un poco raro)..
jueves, 8 de noviembre de 2018
Write Along
Un señor que trabaja para una empresa que trabaja para Sky (eh, yo me limito a constatar) ha venido a casa y me ha puesto internet en el hogar. Llevábamos más de un mes sin Netflix, el Gmail todo el día abierto y todas esas cosas tan necesarias que convierten al módem es una especie de colador gigante donde va a parar todo el tiempo libre. ¿Hubiera quedado mejor "agujero negro"? Sí, hubiera quedado mejor. En este mes y pico sin conexión a internet hemos visto muchas películas en DVD y Blu-Ray (yo sigo comprando de estas cosas), he reducido bastante la pila de lecturas pendientes y hasta me ha dado tiempo a empezar a escribir... ¿una novela? ¿Si es una soberana tontería también se le puede llamar así?
A este respecto, me ha venido como anillo al dedo el nuevo podcast que ha lanzado uno de mis señores favoritos de internet, David Chen. Se llama Write Along y son pildoritas de 20 minutos donde Robert C. Cargill, guionista de Sinister y Doctor Extraño entre otras películas, da consejos para terminar tu libro-guión-reverso de caja de cereales. Este tal Cargill ha pasado de bloguero a guionista y novelista de (cierto) éxito y parece le pedían tantos consejos en Twitter sobre escritura que ha decidido acceder a la propuesta de David Chen para dar los consejos de viva voz en un podcast. Pinchad debajo para escuchar el pod, que se pasa volando:
Write Along - Episodio 1
A este respecto, me ha venido como anillo al dedo el nuevo podcast que ha lanzado uno de mis señores favoritos de internet, David Chen. Se llama Write Along y son pildoritas de 20 minutos donde Robert C. Cargill, guionista de Sinister y Doctor Extraño entre otras películas, da consejos para terminar tu libro-guión-reverso de caja de cereales. Este tal Cargill ha pasado de bloguero a guionista y novelista de (cierto) éxito y parece le pedían tantos consejos en Twitter sobre escritura que ha decidido acceder a la propuesta de David Chen para dar los consejos de viva voz en un podcast. Pinchad debajo para escuchar el pod, que se pasa volando:
Write Along - Episodio 1
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