viernes, 24 de febrero de 2023

Qué me enseñaron mis series teenagers para conseguir trabajo

Pues muy poca cosa, la verdad, pero ya que estoy en esa vorágine de tirar de donde sea con tal de conseguir un trabajo "de lo mío"... ¿por qué no recurrir a las series que tanto me gustaban de adolescente? ¡En el amor, y en la guerra, y en la ausencia de ofertas laborales todo vale! Tirando de memoria, recuerdo (intensamente) que Felicity trabajaba en el Dean & Deluca, un sitio de cafés de estos de especialidad (la gente dice que son agua chirri, pero claro, esta es la gente que no se queja del café quemado que le ponen todos los días en Bar Paco so what can you do) y muffins y chocolatitos que flipas, pero eso a mí no me sirve de mucho. Yo a estos sitios, como el Tim Hortons en el que estoy escribiendo esto (la gente bromea con que los que estamos con el portátil estamos escribiendo la novela de nuestra vida, pues no, listo, estoy escribiendo un "post" en un "blog" sobre series de hace más de 20 años, so joke's on you, bueno no, más bien en mí), tan solo voy a escribir... o leer la nueva Fotogramas cuando sale. No me veo yo poniendo bien los cafés y, sobre todo, dando bien las vueltas. Las matemáticas es que ni con máquinas que te den el dinerito en la mano, yo necesito esas cajas negras donde la gente echa el dinero y la caja te da el cambio correcto, ¿las habéis visto? Son la salvación. Pero lo dicho, que no. Next.

Vamos con Dawson Crece (tan solo la mejor serie de la historia), pues a ver: Dawson ha sido director y dependiente de videoclub. Lo primero lo probé brevísimamente de pequeño... pero no, lo que me tiraba a mí era escribir los guiones. Sigo intentando hacer algo de eso. Vete tú a saber; si el universo se vuelve loco y los astros me sonríen y la tierra se abre en dos y se traga al 95% de guionistas de España y tienen que recurrir a mí... pues ¡podría ser! Cosas más locas se han visto (¿¿¿se han visto???). 

Lo de dependiente de videoclub pues está complicado por esa pequeña cosa de que YA NO EXISTEN. Soy un hombre superado por los tiempos. Como mi portero. Next.

Misma serie, diferente protagonista: Joey Potter. Trabajó de camarera en el Ice House, el baretillo-cafetería de las primeras temporadas de la serie. Se enfadaba mucho con los clientes y no estoy para más disgustos (además, lo de las vueltas y tal... y llevar bien los platos a las mesas, solo lo hice una vez en un Tattaglia que ha desaparecido y me salió regular). El uniforme no era feo, pero next!

Me pongo a pensar en Roswell, mi querida Dawson's Creek meets The X-Files, y otra vez insisten con lo de ser camarero. A ver, ¡que yo no valgo para eso! Es verdad que Liz se enfadaba menos con los clientes que Joey, pero no me veo llevando ese uniforme marciano (nunca mejor dicho), ni teniendo que sonreírle a los clientes, quizá el challenge más duro que me podría presentar la vida (una vez me echaron una bronca en Dublín por "no sonreír a los clientes cuando les ofreces su bombón gratis con el café" en un Butlers Chocolate en el que curré y al día siguiente dejé el trabajo, esta es mi "resiliencia").

Podría seguir tirando de series, pero con este tronquito me vale para llegar a las siguientes conclusiones: 1) Debes ser camarero; 2) Una opción laboral maja es la de ser camarero; y 3) Oye, Juan, ¿has probado a ser camarero?

Oh shit.

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