Llevo siglos resistiendo. Un poco por viejo. Otro poco por llevar la contraria. Un mucho porque en el transporte público quiero leer libros y revistas, mojarme el dedo, pasar páginas. Pero se me va a acabar la ficha... El mundo conspira para que me compre un Smartphone y jubile mi Nokia con linternilla. En mi trabajo han cambiado de compañía de taxis. Y la nueva compañía solo trabaja con App. Tienes que reservar coche con su App. No puedes llamar (si pudiera, llamaría con teléfono de rosca -soy ancestral-).
Así pues, me hallo ante la prueba más difícil de mi vida en lo que a móviles se refiere. Han sido muchos lustros escribiéndome direcciones en trocitos de papel antes de salir de casa, muchos viajes preguntando por las calles a la gente que si me podían buscar una cosita en Google, muchas fotos nunca colgadas en Instagram... ¿resistiré, claudicaré? ¿Me uniré, finalmente, a mi siglo?
Es eso o quedarme sin taxi la semana que viene, que hago turno de noche...
¿Hasta dónde llega la cabezonería humana?
miércoles, 26 de octubre de 2016
domingo, 23 de octubre de 2016
American Honey, Arrival y el poso
El otro día pensaba que es muy difícil decir que una película es buena o muy buena si no te ha gustado verdaderamente, si no te ha llenado. ¿Puedes decir que un puré de patatas es excelente porque reconoces que la patata es la mejor del mercado y está en su punto justo de sal... si a pesar de eso a ti te ha sabido frío y poco machacado? ¿Se puede reconocer la grandeza de algo que a ti no te gusta? ¿Sería eso una admisión de tu pobreza personal (no te gusta lo bueno)? Dudas y más dudas... No tengo la respuesta, pero sí he encontrado últimamente una vía nueva: las pelis que no te maravillan al 100% en el primer visionado pero que te dejan un poso. Involuntariamente, cuando te duchas, te haces un té o sales a comprar fruta, te asaltan la mente.
Me ha pasado con dos: Arrival y American Honey. La primera la vi en el Festival de Sitges. Me fascinó y me impelió a estudiar filología con la fuerza de los mares... pero no me ENAMORÓ. La segunda la vi hace poco por recomendación de mi novia. Es inusual, sorprendente, experimental, absoluta y genuinamente DISTINTA A LAS PELÍCULAS... pero no me ENAMORÓ. Sin embargo, pasan los días, y vuelvo a ellas. Mis pensamientos retornan a ellas porque se han hecho un huequito en mí. Vale, no es que tenga la mente demasiado llena de cosa, ¡hay mucho terreno vacío por explorar! ¡Es un descampado aquello! En fin, que solo quería recomendaros que vierais las dos películas. No podrían ser más distintas entre sí. Tampoco podrían tener más personalidad. Son peculiarísimas. Son, por tanto, necesarias.
Me ha pasado con dos: Arrival y American Honey. La primera la vi en el Festival de Sitges. Me fascinó y me impelió a estudiar filología con la fuerza de los mares... pero no me ENAMORÓ. La segunda la vi hace poco por recomendación de mi novia. Es inusual, sorprendente, experimental, absoluta y genuinamente DISTINTA A LAS PELÍCULAS... pero no me ENAMORÓ. Sin embargo, pasan los días, y vuelvo a ellas. Mis pensamientos retornan a ellas porque se han hecho un huequito en mí. Vale, no es que tenga la mente demasiado llena de cosa, ¡hay mucho terreno vacío por explorar! ¡Es un descampado aquello! En fin, que solo quería recomendaros que vierais las dos películas. No podrían ser más distintas entre sí. Tampoco podrían tener más personalidad. Son peculiarísimas. Son, por tanto, necesarias.
lunes, 17 de octubre de 2016
Sitges 2016: Asín lo viví
Dos días espídicos y a tope de power a base de 10 peliculitas con buenos documentales, alguna película excelente y mucha morrallita de la que, para qué engañarnos, también se nutre el festival. Solo había ido una vez antes al Festival de Sitges, hace ya unos diez años, y estos pasados viernes y sábado recordé exactamente por qué me encantó la primera vez: el personal se vuelca. Literalmente, se arrojan a las pantallas en el deseo de fusionarse con el fotograma y con el género. No he visto plateas con más pasión nunca en mi vida. Que la novena película que ves sigas aplaudiendo a rabiar cuando King Kong estampa el avión contra el suelo... maravilloso.
De todo lo que vi, ignoraré los truños (no muchos, tan solo tres) y me centraré en la canela fina o, mejor dicho, en el croissant relleno de chocolate blanco (desde YA mi bollo de todos los tiempos, gracias Sitges por introducirlo en mi vida, de donde no saldrá JAMÁS -en Madrid y en Dublín no tienen de estos-): De Palma es un EXCELENTE documental sobre la carrera de un director TOP que tiene varias joyas a las que debo volver cuanto antes (Sitges genera una intranquilidad continua, un "mierda, tengo que volver a ver esto, tengo que ponerme ya con aquello otro" que no cesa). Operación Avalancha es un falso documental más divertido que emocionante de cómo se creó la "falsa" llegada del hombre a la luna (pierde algo de fuelle, pero su arranque es bravido y es suficientemente ingeniosa y está lo suficientemente bien rodada como para no perderte). Viral es OTRO HITAZO de los directores de LAS IMPRESCINDIBLES Catfish y Nerve, cómo manejan las nuevas pantallas y la tensión estos dos figuras. Me encantó. Hubo un documental sobre los maquilladores y creadores de efectos especiales de monstruos que fue aplaudidísimo porque fue TREMENDO y... llegamos a Arrival.
Bellísima película que me recordó a Contact pero menos establishment, más libre en sus formas y planteamientos. Con una Amy Adams MARAVILLOSA y un guión poco menos que delicioso. Que el responsable del mismo sea el firmante del reboot de Pesadilla en Elm Street nos indica que el mundo, como esta película, es loquísimo y fascinante. Arrival es poesía, es feeling, es mood... es nueva, es distinta, es muy preciada. La recomiendo a tope. No me parece tan brutal como se está diciendo, pero es definitivamente un chorrazo de cine. Gracias Sitges por los croasanes y el cine que me llevo. Espero volver.
De todo lo que vi, ignoraré los truños (no muchos, tan solo tres) y me centraré en la canela fina o, mejor dicho, en el croissant relleno de chocolate blanco (desde YA mi bollo de todos los tiempos, gracias Sitges por introducirlo en mi vida, de donde no saldrá JAMÁS -en Madrid y en Dublín no tienen de estos-): De Palma es un EXCELENTE documental sobre la carrera de un director TOP que tiene varias joyas a las que debo volver cuanto antes (Sitges genera una intranquilidad continua, un "mierda, tengo que volver a ver esto, tengo que ponerme ya con aquello otro" que no cesa). Operación Avalancha es un falso documental más divertido que emocionante de cómo se creó la "falsa" llegada del hombre a la luna (pierde algo de fuelle, pero su arranque es bravido y es suficientemente ingeniosa y está lo suficientemente bien rodada como para no perderte). Viral es OTRO HITAZO de los directores de LAS IMPRESCINDIBLES Catfish y Nerve, cómo manejan las nuevas pantallas y la tensión estos dos figuras. Me encantó. Hubo un documental sobre los maquilladores y creadores de efectos especiales de monstruos que fue aplaudidísimo porque fue TREMENDO y... llegamos a Arrival.
Bellísima película que me recordó a Contact pero menos establishment, más libre en sus formas y planteamientos. Con una Amy Adams MARAVILLOSA y un guión poco menos que delicioso. Que el responsable del mismo sea el firmante del reboot de Pesadilla en Elm Street nos indica que el mundo, como esta película, es loquísimo y fascinante. Arrival es poesía, es feeling, es mood... es nueva, es distinta, es muy preciada. La recomiendo a tope. No me parece tan brutal como se está diciendo, pero es definitivamente un chorrazo de cine. Gracias Sitges por los croasanes y el cine que me llevo. Espero volver.
sábado, 1 de octubre de 2016
Lo que sé de la vida (francamente poco) - Part I
Una sección de Esquire que me encanta (o me encantaba, hace años que no pillo un ejemplar de la misma) es esa de entrevistas reconvertidas en declaraciones sobre la vida, creo que en español se llama "Lo que sé de la vida" y en inglés "What I´ve Learned" (aquí tenéis unas cuantas). Supongo que el mecanismo es hacer una buena batería de preguntas al famoso en cuestión (Jack Nicholson, Pelé, Casper Van Dien...) para luego descartar las respuestas flojas y reformar las chulas en DECLARACIONES-TITULARES, darles forma de PUÑETAZOS EN LA MESA. Me mola mucho. Ahora voy a marcarme yo mi propio lo que sé de la vida... sin que nadie me lo haya pedido. Ahí va:
Si odias tu trabajo y también odias tu vida, no dejes tu trabajo hasta que odies un poco menos tu vida.
Cuando quieres dejar tu trabajo, crees que tienes muchísimas cosas que hacer y que pensar y que ese trabajo te lo está impidiendo. Cuando lo dejas, te das cuenta de lo mismo que Joey cuando se fue del piso de Chandler: en realidad no tenías tantas cosas en las que pensar.
Arévalo y Bertín Osborne, como pareja artística, funcionan.
El té Earl Grey es el único que llega con cuentagotas al Marks & Spencer. Puedes conseguir Chai Latte, English Breakfast Tea, Ceylon y todos los que quieras... pero cuando necesites una caja de Earl Grey, ya no estará.
Usar un paraguas en Dublín es una estupidez; los vientos huracanados arrancarán sus alambres, destrozarán su tela y aplastarán tu alma.
Las farmacias han mutado en pequeños mercados con productos relacionados directa o indirectamente con la salud: desde galletas de chocolate Bi-Manan hasta chupetes para el niño, pasando por mantas eléctricas o planes de adelgazamiento preparados por la farmacéutica... se ha diversificado esto que es una locura.
La gente solo se preocupa única y exclusivamente por sí misma, ¿acaso se comportan así dentro de un coche en una autopista? Pues pensad que el mundo es lo mismo, ¡una autopista con más coches que el tuyo!
Si desapareciera toda la televisión del mundo y solo pudiera salvar un canal... Food Network. De cabeza.
No soy capaz de contenerme en una librería. Es literalmente imposible que me vaya con las manos vacías.
Soy vago. Me gusta creer que no, que únicamente lo soy para las cosas que me disgustan... pero sé, deep down, que soy un poquito lacio. Soy "mentalmente activísimo", siempre saltando de una cosa a otra en mi cabeza... por lo que sí, soy vago cuando se trata de mover el culo.
La canción que hizo Celine Dion con el productor de los Backsteet Boys se desplegaba como una auténtica pantera.
Los italianos son encantadores. Son nuestros hermanos. Italia es mi patria. Aunque no lo es.
Burger King ha incluido en España una hamburguesa con Doritos y además hace reparto a domicilio. Si esto no es un argumento poderoso para vivir en este país, yo no sé qué lo es.
La bondad es el arma de destrucción masiva definitiva. No hay nada que desarme más al otro.
Pepsi Max Cherry es, probablemente, mi refresco favorito.
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