Hace unos meses me dediqué a escribir una newsletter a la semana en plan "countdown to my dream job", cada entrada iba a ser un recuento de los acontecimientos que, esos siete últimos días, me habían puesto un poquito más cerca de, valga la redundancia, mi puesto soñado. Las semanas pasaron y... bueno, digamos que salgo a deber en lo que a puestos soñados se refiere. No lo conseguí, me enfurruñé y cerré mis epístolas semanales (recopiladas aquí) anunciando un cambio de proceder, algo así como una (mini) declaración de intenciones desde aquel momento: se acabó buscar el sueño, ahora busquemos la pasta. Pero... ¿sabes qué? Que no puedo no hacer lo que me pide el cuerpo: podcasts, posts, libros que nunca verán la luz.
Hace poco hablé con un dibujante que trabaja en una tienda de cómics, me dijo que seguía dibujando en sus ratos libres, que no le compensa económicamente y que, además, le quita mucho tiempo, pero... "no puedo no hacerlo". Lo que nos tira es lo que nos tira. Y qué le vamos hacer. A lo mejor no me puedo ganar la vida con esto (all signs point to that, que diría la Bola 8), pero al menos seré honesto conmigo mismo. Voy a seguir haciendo lo que me gusta. Porque no puedo no hacerlo.
Y, en serio, hacedme un llamado. Radios, teles, mercado de Orcasitas que quieres empezar un podcast... just give me a call.
XoXo
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