Toda luz tiene su reverso tenebroso, decían en el doblaje, ya de tiempos de antaño, de una película sobre alienígenas y granjeros. Y como muestra de la verdad de tal afirmación, valga este botón. Hace unos días me puse delante del ordenador a enumerar las ventajas de trabajar con Microsoft Teams... bueno, pues no todo el monte es orégano (o no todo el monte es "oregáno", con tilde en la "a", como diría el popular y traviesillo chef Jamie Oliver). He aquí una lista de desventajas, serios hándicaps, piedrecillas en el zapato de Microsoft Teams:
- Lo peor de trabajar con Microsoft Teams es que me puedo ver con detalle la papada que asoma, acechante, bajo la barbilla. No hay ángulo muerto donde esconderla, no hay regate a la lente posible; está allí en toda su majestuosidad. Y esa papadiuk es visisible para todos tus compañeros. Esto es terrorífico. A ver, que en la propia oficina en los tiempos pre-Covid también te veían pero tú alejabas el foco cuando querías (te marchabas, te ponías de perfil, dabas con la fórmula de la invisibilidad, le tirabas café ardiendo en la cara al compañero, etc.)
- Lo peor de trabajar con Microsoft Teams es que hay que fingir interés todo el rato. Esto es si te obligan a ponerte la cámara, claro. Si no, con decir "ahá", "vale", "entiendo" para que se ilumine tu cuadrícula como en el VIP Noche ya va que chuta. Se ve que "estás ahí". Pero con la cámara puesta tienes que... INTERESARTE. Interesarte, la barrera definitiva.
- Lo peor de trabajar con Microsoft Teams es que... a ver cómo lo digo... hay que ducharse. No es que yo no me duche, sino que a veces, y ya que estoy en mi casa, me gustaría ducharme, qué sé yo, a las diez de la mañana, en mi descansito de 15 minutos. Si me levanto muy cerca a la hora de inicio del trabajo, Y YA QUE ESTOY EN MI CASA, ¿por qué no conectarme tranquilamente y ya me ducharé en el break? Bueno, pues no. La exigencia de poner las cámaras te obliga a tener, al menos, una cintura para arriba duchada. Y como ducharse solo medio cuerpo no tiene sentido (a no ser que trabajes como cuerpo partido para los números de los magos con el serrucho), no queda otra que ducharse antes de empezar a trabajar. Hay gente que puede ponerse la cámara a primera hora aún sin haberse duchado y no se nota mucho. Yo, lo siento, pero me levanto como un Critter.
- Lo peor de trabajar con Microsoft Teams es que cuando tus compañeros se ríen abiertamente de una anécdota o en cualquier conversación que a ti te deja frío no queda otra que fingir SOSLAYO. Esto en persona como que se lleva mejor, te emboscas en la multitud, pero con la cámara haciéndote un primer plano tienes que sacar una interpretación de Oscar, como cuando Joey ensayaba para los Premios Culebroni. Yo siempre opto por cambiar la conversación rápidamente. Ejemplo: hacen un chiste sobre motores de coches y el jajajaja es imparable; yo cambio el paso: "Oye, ¿y este interés por la automoción de dónde te viene?". En plan "ya me he reído muchísimo con esto pero voy más allá y quiero llegar a tu alma". Otra opción es no emitir ninguna emoción humana y descubrirte, finalmente, como lo que eres: UNA VAINA EXTRATERRESTRE.
- Lo peor de trabajar con Microsoft Teams es que no dejan de proponerte trabajos en grupo, en parejas, colaboraciones al máximo... A ver, ¿esto en la oficina sería igual, con jueguecitos y tonterías, o lo haría cada uno por su cuenta? Estoy en casa, duchado (qué remedio), riendo las gracias y con la camarita puesta, no me pidas también que haga el pino puente. Gracias.